Canarias ha cerrado un año 2025 “bastante descorazonador” en la protección y conservación del medio ambiente, con una excesiva presión sobre los espacios naturales, dificultades con el acceso al agua y una masificación turística que afecta a la movilidad y la vivienda.
“Canarias es una locomotora desbocada hacia el abismo”, resume para Europa Press Jaime Coello, portavoz de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, quien lamenta que desde el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife no se tome ninguna medida efectiva para frenar este “desaguisado”.
De hecho, se muestra crítico con el proceso impulsado por el Ejecutivo regional para abordar el reto demográfico ya que las medidas planteadas son “ridículas” y en muchos casos “lo que vienen es a ahondar en el propio modelo desastroso de Canarias”.
Coello carga contra “el mantra de que todo tiene que ser por y para el turismo”, más aún cuando desde el punto de vista social Canarias está “realmente mal” si se analizan los índices de pobreza u obesidad infantil, entre otros.
“No hay ninguna alternativa que se haya puesto sobre la mesa porque esas mesas de expertos lo que han hecho muchas veces es diagnosticar, pero no se ha probado ninguna medida que vaya en la dirección adecuada, todo es más de lo mismo”, detalla.
Coello también es crítico con el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Teide porque “indulta” al teleférico más allá de 2037, consigna una “cantidad ridícula” para investigación y se justifica que se hagan muchas actividades, como “pruebas deportivas multitudinarias” o hasta 16 rodajes al año.
Igualmente advierte de que “no se establece ninguna posibilidad a corto plazo de erradicación del muflón”, y se desconoce cómo se va a regular la masificación de turistas y visitantes -5,5 millones al año, el parque más visitado de Europa-.
“Estamos bastante disgustados o realmente insatisfechos con la gestión del Cabildo”, señala.
Sobre el circuito del motor de Atogo, lamenta que “se ha arrasado con todo creando un campo lunar” que ha acabado con la vegetación, al tiempo que se desconoce qué ha pasado con los yacimientos arqueológicos, más aún cuando hay tres sentencias judiciales, de cuatro, que avalan la caducidad de la declaración de impacto ambiental.
“No entendemos por qué nadie actúa para parar esas obras, desde luego el Cabildo no lo va a hacer unilateralmente”, ha comentado.
En cuanto a la urbanización turística Cuna del Alma, ha dicho que tanto el Cabildo como el Gobierno de Canarias se han puesto “de perfil” mientras la Fiscalía ha decidido reabrir el caso, y sobre la construcción del hotel de La Tejita, se plantea qué pasa con la ocupación de las dunas. “No es un año para tirar voladores”, confiesa.
Coello cuestiona también el “destrozo” que se está haciendo en La Palma con el patrimonio geológico generado por el volcán Tajogaite. “En cualquier lugar del mundo pues se darían con un canto en los dientes para conservar porque generaría recursos para La Palma”, señala.
“Crecimiento desbocado” en Fuerteventura
Igualmente reprueba el “crecimiento desbocado” que hay en Fuerteventura donde “parece que todo suelo es susceptible de construirse”, hasta el punto de que poco más del 30% de la población ha nacido en Fuerteventura y el resto, fuera.
Por ello, anima a “poner sobre la mesa de una vez” el debate de la residencia para que Canarias negocie un estatus jurídico especial en la UE porque “es imposible sostener que Tenerife siga creciendo 10.000 habitantes al año”.
Eustaquio Villalba, portavoz de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN), admite que “no hay motivo para el optimismo porque el modelo que está llevando a las islas al colapso sigue funcionando y es el que se está promocionando desde las instituciones públicas canarias”.
En su opinión, “la primera y radical medida que habría que tomar es limitar el número de personas que acceden al archipiélago, limitando en consecuencia la oferta de plazas turísticas y de infraestructuras para atraer turistas”.
Crecimiento demográfico desde el exterior
Villalba insiste en que el aumento de la población en el archipiélago “es por la inmigración y los inmigrantes vienen atraídos por la oferta de trabajo que genera la actividad económica más importante”, ya que donde más crece la población es en los municipios turísticos y las zonas aledañas.
“No son cosas separadas, son cosas que van muy juntas”, indica, ya que el crecimiento vegetativo es negativo desde hace varios años.
Villalba también pone el foco en el Parque Nacional del Teide que con el nuevo PRUG se convierte “en un parque temático destinado más a la explotación turística, es decir, a sacar el dinero del turismo, que a la conservación”.
“Todo turista que llega a Tenerife tiene la pico manía, tiene las ganas de subir al Teide”, apunta, de ahí que inste a las administraciones públicas a regular los accesos y el flujo de visitantes.
“Para eso pagamos a los políticos, no somos los grupos conservacionistas los que tenemos que buscar esas alternativas, sino señalar los problemas”, agrega. Además, entiende que los discursos de los políticos, revestidos de respeto por el medio ambiente, no casan con los hechos.
“Si tú estás hablando de limitar el crecimiento demográfico y al mismo tiempo estás promocionando nuevos hoteles, nuevas urbanizaciones, como ocurre en Tenerife o construcciones tan disparatadas como circuitos del motor con el objetivo de atraer a grandes masas de aficionados, pues el discurso no tiene más sentido que engañar a la población de manera demagógica”, señala.
Villalba se opone también a la creación de nuevas carreteras porque atrae más coches, y a los trenes, que tienen un “impacto territorial enorme”, y avisa de que para 2026, se mantendrán las movilizaciones en torno a la plataforma Canarias tiene un Límite porque hay un “malestar enorme” en la población.
Defender el territorio “centímetro a centímetro”
Eugenio Reyes (Ben Magec-Ecologistas en Acción) admite que la situación no es halagüeña pero prefiere quedarse con algunas “oportunidades” que se abren como la aprobación del decreto canario de contaminación atmosférica o la ley de protección del arbolado urbano.
“Hemos llegado al 31 diciembre y el planeta sigue vivo y un ejemplo de eso es la lluvia de otoño e invierno”, comenta.
No obstante, se detiene en la “catástrofe ambiental” de la acuicultura más importante del planeta, ocurrida en el litoral de Telde, con más de 2.500 peces muertos y varias playas cerradas debido a las “malas prácticas” con la alimentación pues se hacía “por gravedad” y en los fondos de las jaulas se acumulaba pienso, desechos y heces.
También ve “grave” los vertidos de residuos al mar, sancionados con multa por la justicia europea, y que Canarias siga enfocada al “monocultivo” del turismo pues “desde el siglo XV se sigue vendiendo el sol”, ahora “para la piel de los turistas”.
“Ese es el modelo de fondo del que nadie quiere cambiar, el que todo mundo quiere”, comenta, con el agravante de que es un modelo “monopolista” que “daña” socialmente pues el 34% de la población está en pobreza severa y no hay acceso a la vivienda.
“La clave no solo es más camas turísticas, sino más presión de la puerta de entrada”, apunta, lamentado que haya planes de reforma y expansión de puertos y aeropuertos y la construcción de más carreteras.
Reyes augura que 2026 va a ser un “año clave” porque es preelectoral y se va a configurar “mayorías sociales” y el discurso aglutinado desde 'Canarias tiene un Límite' “ha calado” y toca “defender centímetro a centímetro el territorio”.