Sergio proclama a Las Palmas campeón de la Copa de Canarias

Los amarillos dejan mucho que desear en la presentación ante su público, donde a pesar de tener mayor dominio del balón el fútbol brilló por su ausencia. El Tenerife hizo su papel, aprovechando sus opciones aunque repartiendo más patadas de lo normal, que desembocaron en un carrusel de tarjetas amarillas.

La afición se marcha con dudas tras el último choque de pretemporada, donde el cuadro amarillo solo consiguió hacer un gol a un equipo de inferior categoría en 180 minutos de juego. El lamentable estado del césped del Gran Canaria puso su granito de arena para el peor desarrollo del partido, que se resolvió con la pena máxima anotada por Sergio Suárez.

Con un control del juego por parte de los amarillos en los primeros compases, el Tenerife tuvo su primer acercamiento, en un despiste de Murillo que aprovechó Yeray para probar a Barbosa desde lejos, pero su disparo no puso en aprietos al zaguero argentino.

Las Palmas daba un mejor trato al balón, pero la presión tinerfeña no dejaba llegar el balón con peligro a la zona de Aragoneses. Con tiro muy lento los amarillos fueron ganando metros, hasta que balón parado dispuso de la mejor ocasión. Falta en el carril del diez pegada a la línea que bota magistralmente Nauzet y Murillo en área pequeña no acierta con la meta blanquiazul.

Momo llevaba el peligro por la banda izquierda, pero sus centros no encontraban a Chrisantus, bien marcado siempre por la zaga. Ante esto reaccionó el conjunto de Álvaro Cervera, donde Aridane tuvo una gran incorporación por banda derecha, pero su centro al área no lo engatilló Jesús, en lo que fue la mejor ocasión para el Tenerife en toda la primera mitad.

El partido entró en un fase lenta, con muchas patadas de jugadores blanquizales, correspondidas por el colegiado con su consiguiente cartulina amarilla, apagando el fútbol con el paso de los minutos y adormeciendo a la hinchada que se dio cita para ver la presentación de los amarillos.

Tras el descanso comenzó el carrusel de cambios par parte de los dos conjuntos, donde continuar probando cosas nuevas y tratando de desequilibrar la igualdad en el marcador. Las Palmas saliño con más convicción en la reanudación, con la intención de causar una buena impresión a sus seguidores. Chrisantus consiguió aprovechar un pase de Momo para transformar el primer tanto de l a noche, pero su posición adelantada hizo que el colegiado anulase el gol.

El control era absoluto por los amarillos, pero en campo propio, sin poder aprovechar los resquicios de la defensa tinerfeña que se defendí muy bien de las acometidas locales. A pesar de la posesión del cuero, el Tenerife no se iba del partido y tuvo de nuevo en las botas de Aridane una gran ocasión de gol, con un potente chut del grancanario que consiguió atrapar Barbosa en dos tiempos.

La ansiedad del paso de los minutos fue haciendo a Las Palmas caer en el juego vertical, con centros al corazón del área de la mano de Momo y Nauzet. Vitolo tuvo en sus botas una ocasión inmejorable, pero el defensa le ganó la posición y desbarató el peligro.

En la recta final el choque se convirtió en un monólogo de los amarillos, que no dejaron de acosar la meta de Aragoneses. Sergio Suárez, uno de los que entró en la segunda mitad protagonizó la mejor del partido y de todo el torneo. El gemelo controló el balón en el pico del área sorteó a dos rivales con suma elegancia y metió un balón entrelineas perfecto para la entrada de Nauzet, que sólo en el área se estrelló contra los pies del portero, en la mejor ocasión del partido.

Cuando todo parecía que marchaba a la tanda de penaltis, una gran jugada de Pedro Vega por la izquierda poniendo con su guante izquierdo el balón en la cabeza de Nauzet, provocó la pena máxima, tras despejar un defensor blanquiazul con la mano el remate de cabeza del jugador de Las Mesas. Con total tranquilidad Sergio Suárez consiguió transformar el penalti que proclama a los amarillos como campeones de la Copa Mahou de Canarias.

Etiquetas
stats