El balanceo entre el escepticismo y la euforia

“No hemos hecho absolutamente nada”. Así de contundente se manifestó, este lunes, Paco Jémez para rebajar la alegría instalada alrededor de la UD Las Palmas tras su centelleante victoria, el pasado sábado en el Estadio de Gran Canaria, sobre el Nàstic de Tarragona. Hay, en torno al equipo amarillo, entusiasmo por la victoria tras siete años consecutivos sin iniciar un curso con un triunfo. Y hay, sobre todo, ímpetu y vehemencia porque el nuevo proyecto de la entidad de Pío XII se sostiene sobre futbolistas de la cantera. Pero esa sensación de optimismo, de satisfacción y orgullo general, no acompañaba horas antes del debut a la Unión Deportiva, que en poco tiempo ha experimentado un balanceo entre el escepticismo y la euforia.

“Creo que podemos competir con cualquiera”. Lo pregonó Paco Jémez durante la pretemporada y este lunes, tras el primer partido oficial de la temporada, el técnico cordobés lo subrayó: “No tenía duda con respecto al rendimiento que puede dar este equipo”. Nadie mejor que el entrenador para conocer el potencial de un grupo, constituido entre canteranos y descartes, bajo sospecha desde su formación. Ante el Nàstic debutaron ?como titulares? con la UD Las Palmas cinco futbolistas: Barbosa, Aythami, Dani Carril, Vitolo y Jonathan Viera. De esos cinco jugadores, tres se estrenaban en la categoría (Aythami, Vitolo y Viera) y ninguno desentonó. Resta por ver la productividad de una plantilla elaborada bajo una premisa de coste cero ante una campaña de largo recorrido y dureza extrema como la Liga Adelante.

“Conozco muy bien como funciona esto y, el momento que hinchas el pecho, es justo el anterior a caer”. No le pilla el ambiente de euforia en torno a la UD Las Palmas de novato a Paco Jémez. Internacional en 21 ocasiones con España, campeón de la Copa del Rey con Deportivo de La Coruña y Zaragoza y curtido en un buen número de batallas con el Rayo Vallecano, el técnico lanzó un mensaje nítido a sus futbolistas, al club, a la afición y a los medios de comunicación para reducir los índices de euforia extrema: “Nos quedan 41 partidos por delante”, apuntó el entrenador, consciente de la dureza de una categoría que examinará el potencial, inédito a este nivel profesional, hasta ahora, de buena parte de sus jugadores.

“Vamos a ir partido a partido, intentando conseguir todos los puntos que podamos, y no nos planteamos ir más allá”. En una ciudad futbolera como Las Palmas de Gran Canaria y en un club con caché como la UD Las Palmas, estar en Primera división es un objetivo irrenunciable a corto, medio o largo plazo. Habitualmente fuera de la elite durante las tres últimas décadas, Ángel Cappa ?actual entrenador de River Plate? ya calificó en 1996 el ímpetu de la entidad por recuperar su plaza entre los mejores del fútbol nacional como “urgencias históricas”, necesidad que a finales de los 90 hipotecó económicamente a la entidad. Tras la victoria ante el Nàstic, y ante la posibilidad de encadenar una buena racha de triunfos, Paco Jémez volvió a situar el listón del actual proyecto a la misma altura con la que marcó, hace un mes, el inicio del camino: la permanencia.

“Mis jugadores no entrarán en esa vorágine”. Tras años en los que Josip Visnjic, Carlos Sánchez Aguiar, Juanito, Juan Manuel Rodríguez, Javier Vidales, Paco Castellano o Sergio Kresic eran los entrenadores, pero no mandaban en el vestuario de la UD Las Palmas, Paco Jémez parece afrontar el papel de liderazgo en un grupo bisoño. Tras colgar las botas en 2006, el técnico cordobés utiliza ?por experiencia y preparación? los códigos para manejar y explotar los recursos de una plantilla tan joven como la amarilla. El nivel de independencia de Paco Jémez en su cargo medirá ?en buena parte? las opciones de éxito de la Unión Deportiva.

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