Ryanair amenaza al Gobierno con irse de España si no le quitan las sanciones
Ryanair ha enviado una carta al Ministerio de Fomento en la que amenaza con “dar marcha atrás en sus planes de crecimiento en España” si no se levantan las sanciones contra la compañía. El consejero delegado de la aerolínea irlandesa, Michael O'Leary, ha pedido una reunión con el ministro José Blanco para tratar “este importante problema” y evitar un “proceso de reducción de vuelos, rutas, tráfico y empleos”.
La empresa de vuelos de bajo coste se niega a pagar los 1,3 millones de euros que acumula en multas de diversos organismos, según el escrito enviado al ministro y hecho público por la organización de consumidores FACUA, que considera esta jugada “un chantaje”. Solo entre las quejas recibidas por la organización, Ryanair acumula el 34% de las referentes fraudes o abusos por parte de líneas aéreas realizadas en el último año.
La amenaza de O'Leary llega en un momento especialmente sensible. Ryanair es una de las principales compañías que operan en España, con una previsión para 2011 de 500 rutas en 23 aeropuertos que transportarán 33 millones de pasajeros y generarán unos 33.000 puestos de trabajo, según el documento.
En Canarias, es una de las compañías más populares, lo que le ha granjeado críticas por parte de otras aerolíneas que la han acusado de beneficiarse de privilegios por parte del Gobierno regional. En el Archipiélago operará, durnate este año, 118 rutas desde o hacia las Islas que generarán, según sus responsables, 4,5 millones de pasajeros anuales y el sostenimiento de 4.500 puestos de trabajo, incluyendo 350 pilotos.
La carta recoge, precisamente, la preocupación por el empleo y la recuperación del turismo: el asunto de las sanciones, dice, “potencialmente peligroso para el turismo español” ante un posibles acciones que deriven “en cierres generalizados de rutas, en recortes del tráfico y en pérdidas de puestos de trabajo en muchos aeropuertos españoles”.
Según publica hoy el diario El Mundo, la compañía sumó 65 infracciones entre 2009 y 2010, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea le sancionó en 30 ocasiones, a las que se sumaron otras cuatro multas por problemas de ruido de sus aviones.
Ryanair tacha las multas de “desproporcionadas” (hasta 18.000 euros en relación a un solo vuelo) y “discriminatorias”, y apunta a “una política vengativa” que “supone una violación de los derechos” de la compañía. El “crecimiento y éxito parece haber atraído un nivel cada vez mayor de interferencia burocrática a través de una absurda serie de investigaciones regulatorias”, recoge el documento firmado por O'Leary, que se escuda en que las sanciones violan la presunción de inocencia y no atienden el derecho de defensa legal de la empresa.
Pese a ello, la aerolínea se niega también a “malgastar valioso tiempo y recursos” en procesos contra esas sanciones. Y no está dispuesta “a pagar multas impuestas ilegalmente por agencias que han aplicado claramente la política de ignorar las reglas de la justicia natural y de violar el derecho de Ryanair a la defensa y a un proceso justo”. “Ryanair no pagará estas multas desproporcionadas o discriminatorias, y si esto derivase en órdenes de ejecución, iniciaremos el proceso de reducción de vuelos, rutas, tráfico y empleos en los aeropuertos españoles”, concluye la carta.