El Gobierno canario cifra en 60 los casos de acoso escolar que se producen al año en el archipiélago

La consejera de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Las cifras de acoso escolar en Canarias, unos 60 casos al año, “no son significativas en comparación con otras comunidades autónomas”, pero el Gobierno regional ve “importante” trabajar frente a ese fenómeno, que cree “grave”, ha dicho su consejera de Educación, Soledad Monzón.

“Cualquier caso, aunque sea solo un caso, despierta las alarmas, porque son importantes, porque afectan a los más jóvenes, que muchas veces no tienen herramientas para solucionar ese problema”, ha declarado la consejera, que ha explicado que ese parecer es el que ha llevado al Ejecutivo a trabajar en la definición de mecanismos que hagan posible prestarle una mejor atención.

Mecanismos que se prevé establecer en un futuro Plan Integral contra la Violencia Infanto-Juvenil de las islas cuya elaboración promueve el Gobierno con participación de representantes de la comunidad educativa, de distintas instituciones y de las fuerzas de seguridad, ha destacado Monzón.

La responsable regional de Educación ha hecho estas declaraciones antes de participar en una jornada convocada en Gran Canaria precisamente para debatir con administraciones locales, organizaciones no gubernamentales o portavoces de padres de alumnos sobre el acoso escolar y cómo actuar frente a él.

Sesión con la que se cierra una ronda de encuentros que su departamento ha venido organizando en cada una de las islas de cara a la elaboración del plan, que, acompañado de un Observatorio contra el Acoso Escolar que permita identificar mejor las dimensiones del problema en el archipiélago, se prevé poner en marcha a finales de 2018 o comienzos de 2019, ha explicado.

La consejera ha insistido en que el problema, aunque pueda tener menos incidencia que en otras zonas del país, “es importante desde el momento en que se dan casos, que pueden ser lo suficientemente traumáticos como para que haya que tratarlos”.

Soledad Monzón ha recalcado que ese es un parecer que comparten todos los agentes sociales con los que se ha hablado del asunto, y que prueba de ello es que en todas las reuniones que se han convocado en el marco de la preparación del plan, “la participación ha sido importante”.

“Eso demuestra la implicación y la preocupación que tiene toda la sociedad, familias, instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales”, ha apostillado.

Y ha opinado que esa respuesta de la sociedad hace prever que la iniciativa de elaborar un Plan Integral contra la Violencia Infanto-Juvenil “puede ser un éxito”, en la medida en que “habrá sido trabajado con todos los agentes implicados”.

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