Barack Obama prepara una transición rápida ante la crisis económica

Aún quedan 76 días para que Barack Obama jure el cargo, pero el futuro inquilino de la Casa Blanca ya se ha lanzado, sin demora, a sus tareas presidenciales, acuciado por la grave situación económica y las necesidades sociales de EEUU.

Sin tiempo para deleitarse en su histórico triunfo, Obama ha mantenido en las últimas horas contactos con mandatarios de todo el mundo, entre ellos el propio George W. Bush y el Papa Benedicto XVI, en un anticipo de lo que será el día a día a partir del 20 de enero.

Tras la tensión del martes, Obama pudo desayunar este miércoles tranquilamente con sus hijas y hacer deporte en el gimnasio, aunque no le quedó mucho más tiempo libre, pues ya se ha embarcado de lleno en la formación de su equipo y en preparar la transición gubernamental.

De momento, algunos medios han informado de que el primer nombramiento será el de su jefe de Gabinete, puesto clave para el que podría elegir al congresista de Illinois Rahm Emanuel.

Según informaron fuentes demócratas, la oferta se produjo horas después de que se confirmara que Obama había logrado sobrepasar los 270 votos electorales necesarios para hacerse con la Casa Blanca, poco después de las 23.00 hora local (04.00 GMT) del martes.

Se espera que Emanuel, que ha sido un firme aliado de Obama en Chicago, acepte la oferta.

Emanuel, de 48 años y que fue asesor de la Casa Blanca durante el mandato del presidente Bill Clinton, sería el primer jefe de Gabinete judío demócrata.

En el Congreso, este legislador de Chicago, que en las elecciones legislativas de 2006 coordinó la exitosa campaña demócrata en la Cámara de Representantes, se ha caracterizado por su firmeza y su estilo arrollador.

El que será el primer presidente negro de EEUU anunció hoy su equipo de transición, encabezado por el ex jefe de Gabinete de la Casa Blanca John Podesta y los asesores de campaña de Obama Valerie Jarret y Pete Rouse.

Entre los integrantes del equipo se encuentran también nombres como el ex secretario de Vivienda durante la etapa Clinton, Federico Peña, o la asesora de Obama para política exterior, Susan Rice.

Se espera que el equipo de transición comience a anunciar los nombramientos para el futuro Gobierno en los próximos días.

Además de Emanuel, se espera que el primer nombramiento corresponda al del futuro secretario del Tesoro, un puesto que será clave dado la grave crisis financiera que vive el país.

Entre los nombres que se barajan se encuentran el del ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, el presidente de la Reserva Federal en Nueva York, Timothy Geithner, y el ex secretario del Tesoro Larry Summers.

Sea cual sea el elegido, tendrá que ponerse a trabajar rápido: dentro de diez días, en Washington se celebrará la cumbre del G20 para tratar sobre la crisis financiera internacional.

El equipo de transición de la Casa Blanca se encuentra en contacto con la campaña de Obama para determinar si el presidente electo acudirá a esta reunión de las principales economías del mundo.

En el terreno de la política exterior, el presidente electo planea también moverse rápidamente en las once semanas que restan hasta que tome posesión el próximo 20 de enero.

Los nombres que se barajan para el Secretario de Estado son los del senador republicano saliente Chuck Hagel, el ex candidato presidencial demócrata John Kerry o el ex enviado estadounidense a los Balcanes Richard Holbrooke.

Al frente del Consejo de Seguridad Nacional podría figurar la propia Susan Rice o James Steinberg, un antiguo asesor de la Casa Blanca de Clinton.

Para este jueves ha sido convocado por el director de la CIA, Mike McConnell, para mantener una primera sesión informativa sobre asuntos de inteligencia, iniciativa que también se ha extendido al próximo vicepresidente, Joe Biden.

La posibilidad de que el presidente electo fije un nuevo rumbo de la política exterior de su país generó hoy entusiasmo en muchos países, donde se celebran los aires de cambio que representa su victoria.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó hoy su confianza en “una era de alianzas renovadas y un nuevo multilateralismo”.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que la elección del senador demócrata ha generado “una enorme esperanza”, y su homólogo chino, Hu Jintao, afirmó que espera un mayor diálogo.

El primer ministro británico, Gordon Brown, describió los resultados de las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos como “históricos”, y aseguró que él y Obama comparten “muchos valores”.

Obama ha prometido que inaugurará una nueva era en política exterior estadounidense que estará marcada, dice, por una diplomacia enérgica y una actitud dialogante distinta al unilateralismo que ha definido gran parte de la actual presidencia de George W. Bush.

Frases como “estáis con nosotros o con los terroristas” y la presentación de un mundo en blanco y negro, en el que las fuerzas del bien se oponían al “eje del mal”, sirvieron para que los expertos se refirieran a menudo a Bush como el paladín de la “diplomacia 'cowboy'”.

Esa actitud y la polémica decisión de invadir Irak pese al clamor en contra de la mayoría de la opinión pública mundial han mermado, según los expertos, la autoridad moral estadounidense en el mundo, que el demócrata Barack Obama deberá ahora reparar.

“Creo que lo más importante que vamos a ver con Obama es que el presidente y el Departamento de Estado reflejarán una actitud diferente a la de los últimos ocho años en política exterior”, dijo a Efe Adam Seagal de la Universidad Johns Hopkins.

Seagal aventura que Obama pondrá en marcha una política exterior firme pero trabajará al mismo tiempo con los aliados.

Para Steffen Schmidt, de la Universidad Estatal de Iowa, la victoria del senador demócrata representa la inauguración de “una nueva política exterior con más diplomacia y menos uso de la fuerza militar”.

Dennis McDonough, asesor de Obama en política exterior, afirmó en una entrevista reciente con Efe que el ya presidente electo tratará de impulsar las relaciones con socios importantes.

Además, intentará reforzar los lazos con sus aliados europeos y poner fin a un periodo de “oportunidades perdidas” en América Latina que han dejado un “vacío de poder” que han ocupado líderes políticos como el venezolano Hugo Chávez.

“Cuando uno piensa en desafíos como el cambio climático, el terrorismo, la proliferación nuclear, todos esos son asuntos a los que todos nos enfrentamos y tenemos que unirnos para hacerles frente”, explicó el asesor.

Los analistas reconocen que Obama afrontará a partir del 20 de enero, tras su toma de posesión, tareas “monumentales”.

El senador demócrata se encontrará a su llegada a la Casa Blanca con dos guerras abiertas, una en Irak y otra en Afganistán, una crisis financiera internacional, el debate sobre la energía nuclear en Irán y un conflicto pendiente de solución entre palestinos e israelíes.

A esa lista se suman los problemas de largo alcance de estabilidad y cooperación con Rusia, la inestabilidad en Pakistán y la necesidad de asimilar a una China cada vez más influyente a escala global en el sistema internacional.

“Las exigencias son monumentales”, dijo a Efe Fred Greenstein, profesor emérito de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey), quien dijo que confía en que el “inusual talento” de Obama le ayude a afrontar con éxito los desafíos.

Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional durante la presidencia de Jimmy Carter (1977-1981), dijo en una entrevista con Efe en julio pasado que Obama es consciente de los problemas que hereda y tiene un sentido de responsabilidad para afrontarlos.

“Uno de los motivos por los que lo apoyo (...) es porque entiende esas dos dimensiones de la responsabilidad que heredará”, dijo entonces Brzezinski.

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