Las administraciones dejan al voluntariado la conservación ambiental de Alegranza

Madera, redes y restos de basura procedente del tráfico marino acumulada en Caleta de El Trillo, Alegranza.

Natalia G. Vargas

Las Palmas de Gran Canaria —

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Redes de pesca, botellas de plástico, madera y cuerdas invadieron las costas de la isla de Alegranza este mes de julio. Residuos de distintos continentes sorprendieron a los investigadores en Caleta de El Trillo. “Hay basura que puede llevar 20 años flotando en el mar y terminar aquí”, explicó la científica del grupo EOMAR de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Alicia Herrera Ulibarri. Ya en 2015, el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) exigió a las administraciones mayor implicación con el Archipiélago Chinijo, que se había convertido con el tiempo en un “espacio natural de papel”. Sin embargo, el Cabildo de Lanzarote ha explicado a este medio que “lo mejor que puede hacer (la corporación insular) es apoyar las campañas de voluntariado de WWF”. 

“Alegranza está afectada por las corrientes marinas del Atlántico Norte. Por tanto, su costa norte hace acopio de la basura marina que trae la corriente  y, mientras haya basura en el mar, será así”, apuntan desde la administración que dirige la socialista Dolores Corujo. Todos los meses de verano se realiza ese voluntariado, en el que se recoge la basura acumulada. “Llevamos muchos años, desde 2008, trabajando en campañas de difusión del problema, que hasta hace pocos años parecía que no existía”, añade los responsables del Cabildo. 

En Lanzarote, según la corporación insular, se han celebrado dos jornadas internacionales acerca de los microplásticos. “También tenemos un programa de charlas en centros educativos, que se han parado de momento por la crisis de la COVID-19”. Por ello, se prevé que este año se realice en noviembre y de forma virtual la tercera conferencia mundial en la que Lanzarote tendrá “un nodo de emisión”, tal y como ha confirmado también la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, que asegura que la conservación de Alegranza la lidera el Cabildo insular, con la colaboración del departamento que dirige José Antonio Valbuena.

El biólogo Juan Alexis Rivera ha explicado a través de sus redes sociales que WWF ha llegado a trasladar a Lanzarote hasta 1.500 kilos de plástico si la limpieza se realiza cada año, y hasta 4.500 si transcurren varios años. También en 2007, el científico solicitó una vigilancia y control eficaz del territorio con la presencia de las organizaciones de conservación. “De otra  forma no confiamos en una adecuada gestión de una de las zonas de mayor importancia ambiental de Europa”, apuntaba.

El Fondo Mundial de la Naturaleza tenía previsto hacer una limpieza en noviembre, ya que los meses de verano no son una buena época al estar las aves en tiempo de nidificación. “Pueden abandonar el nido si hay mucho jaleo”, explica Herrera Uribaldi. La investigadora destaca la afección a las aves protegidas, como la pardela cenicienta, que provoca la acumulación de basura en las costas de Alegranza. A pesar de que no hay investigaciones precisas sobre este  impacto medioambiental, otros análisis han identificado hasta  siete partículas de microplásticos por cada pichón hallado muerto en las Islas.

En la recogida de residuos prevista para finales de año, también se procederá a clasificar la basura en función de la procedencia de los desechos, ya que se han encontrado etiquetas marcadas incluso en Estados Unidos. El propósito es conocer qué porcentaje proviene del tráfico marítimo, de la acuicultura o de la tierra. “También pediremos colaboración a las administraciones y a particulares que se han ofrecido a ayudar para poder alquilar unos barcos y retirar la basura para llevarla a Lanzarote. Es lo único que necesitamos. Los permisos ya están en marcha”. 

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