Desinquietos por naturaleza

12 de agosto de 2025 16:19 h

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Desinquieto. Esa es la palabra del día que sugiere la Academia Canaria de la Lengua este 12 de agosto. Justo esa palabra viene a colación en la efeméride que se celebra este martes. El Día Internacional de la Juventud. Y es que la acepción viene perfecta, ¿cuántas veces nos han llamado cariñosamente desinquietos, revoltosos, o el también canarismo jierve-jierve?

Esa es nuestra seña de identidad: desinquietos por naturaleza. Nos inquieta no encontrar vivienda asequible, nos inquieta no poder emanciparnos. Según el Consejo de la Juventud de España, solo un 15,2 % de las personas jóvenes pudieron salir del hogar familiar para iniciar su propio proyecto vital. Nos inquieta saber si esta tierra tendrá trabajo para nosotros o nos tendremos que ir fuera a buscarlo. España lidera la tasa de paro juvenil de la Unión Europea. Y no, no somos “ninis”, como se ha empeñado en llamarnos. Solo un 2,2% de los jóvenes no estudian ni trabajan, pese a poder hacerlo. En cambio, en este país predominan los ‘sisis’. El 35% de nuestra juventud trabaja y estudia a la vez. Consciente de nuestra realidad, la imagen que se ha querido construir y proyectar de una juventud pasiva, vaga, que ni estudia ni trabaja, es sencillamente falsa.

Somos desinquietos porque nos preocupa nuestro presente y nuestro futuro. Nos interesa el rumbo de la economía, cómo atajar el cambio climático que sufriremos en mayor medida nosotros y las guerras que están asolando el mundo, ante la mirada pasiva de nuestra clase política, según el Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia de UNICEF.

Dicen que ser joven es querer comerte el mundo. Yo pienso que los jóvenes lo que queremos es reformarlo, innovarlo, participar activa y políticamente en las decisiones que lo cambian. Queremos ser escuchados. Naciones Unidas dice que hoy hay más personas jóvenes que nunca en la historia. Somos el motor de cambio, de esfuerzo, de implicación y de solidaridad. Somos una juventud emprendedora que quiere acabar con desigualdades, abusos y precariedades. Sí, abuela, sí, mamá, somos desinquietos. Y estamos orgullosos de serlo.