El Ayuntamiento de Tazacorte desarrolla un plan de erradicación de una plaga de la mosca blanca, informa el Consistorio en una nota de prensa. El insecto, indica, se ha extendido por los jardines municipales “desde hace algo más de dos años” y “es difícil de erradicar por la benigna climatología”  de la  la Villa y Puerto.

mosca blanca 

En la nota se apunta que “desde hace varios años en La Palma se ha extendido por casi todo los municipios la plaga de mosca blanca, procedentes del Caribe y Centroamérica, que cubren las hojas de árboles y plantas ornamentales en general de una masa algodonosa, lo que impide la transpiración de la planta y provoca la caída de las hojas”. Ataca sobre todo a “los laureles de indias, ficus, árboles tipo platanera y palmeras”.

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Señala que “el principal problema para erradicar a este insecto es la ausencia de enemigos naturales, la ausencia de lluvias y las altas temperaturas. Lo que ha hecho que en Tazacorte haya sido imposible su erradicación en estos años” ya a que “la falta de lluvias y el clima soleado prácticamente todo el año han tenido como consecuencia que dicha plaga afecte considerablemente los jardines municipales”.

El Ayuntamiento de Tazacorte, añade, “ha elaborado un plan donde se intensificará el tratamiento desarrollado en las pasadas campañas”. 

Indica que “en la presente temporada de otoño (esperando que las lluvias ayuden en el municipio), se intensificarán los lavados, y además se desarrollará, a través de la empresa de servicios en jardinería Inbloom, un tratamiento novedoso de recuperación de palmeras en los jardines municipales mediante un inyectado fitosanitario directamente en el tronco de la planta”.

La mosca blanca, explica, “es un insecto que ataca a las plantas alimentándose de la savia de estas. Los daños que causa pueden llegar a ser muy graves, ya que al alimentarse de la savia de las plantas  las debilita provocando un parón en su desarrollo e incluso matando a la planta afectada”. Por consiguiente,  concluye, “desde el Ayuntamiento se ha elaborado un plan para su erradicación, ya que no solo es una mala imagen para la flora, sino que además es un problema de salubridad y estética porque ensucia considerablemente los espacios públicos  anexos a la planta afectada”.