“El sexo sigue siendo un reclamo para vender muy unido a la violencia”

Ana Pino es experta en sexualidad y relaciones interpersonales en la adolescencia. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Considera que “debemos de empezar a hablar de los valores positivos de la sexualidad, porque nos referimos a las carencias y a los riesgos, pero no a que las personas tenemos derecho a vincularnos de forma positiva, placentera y en igualdad”. La psicóloga Ana Pino, experta en sexualidad y relaciones interpersonales en la adolescencia y terapeuta sistémica breve, miembro del Colectivo Harimaguada, está impartiendo talleres en diversos centros docentes de la Isla en el marco de una campaña sobre sexualidad juvenil que ha organizado el Área de Juventud del Cabildo. “Los jóvenes tienen derecho a vivir su sexualidad, sus relaciones, de manera positiva, placentera e igualitaria, y la sociedad debe ayudarles”, ha asegurado a LA PALMA AHORA.

El colectivo Harimaguada, integrado por un equipo multidisciplinar de profesionales (profesores, pedagogos, psicólogos, médicos, matronas etc.,), trabaja desde hace más de 25 años en la promoción de unas relaciones humanas afectivas y sexuales positivas, saludables, placenteras y no discriminatorias. Ofrece, entre otros servicios, asesoramiento en sexualidad, educación afectivo-sexual, género y coeducación; orientación, información y préstamo gratuito de su fondo documental; terapia sexual, y campañas de sensibilización que promuevan una vivencia positiva, saludable y placentera de la sexualidad, y de denuncia que contribuyan a conseguir políticas sociales que mejoren la calidad de vida afectiva, sexual e integral de las personas.

El sexo, en opinión de Ana Pino, tiene“una importancia fundamental porque las personas somos sexuadas, los seres humanos tenemos la capacidad de vincularnos con los demás, y la sexualidad nos facilita que nos vinculemos, resolvamos nuestras necesidades de intimidad, de afecto, de cariño, de ternura, de contacto, de placer...”, explica. Pero el sexo continúa siendo un tabú.“Seguimos hablando de sexo, y cuando tenemos el sexo en la cabeza, creo que sólo pensamos en las relaciones sexuales, y si se habla de sexo y relaciones sexuales, sobre todo en la población juvenil, se vincula a relaciones sexuales coitales. A nosotros nos gusta más hablar de las sexualidades, porque es esa capacidad que tenemos los humanos que nos permite vincularnos de diferentes maneras y resolver esas necesidades que te decía: ternura, placer, disfrute, compañía, contacto corporal…todo esto son las sexualidades, y pienso que de eso es de lo que tenemos que empezar a hablar”, insiste.

Preguntada sobre cómo viven los jóvenes la sexualidad y qué problemas detectan en las aulas, señala que “como tú muy bien decías, es un tema tabú, pero, por otro lado, la sociedad sobreestimula continuamente y el sexo sigue siendo un reclamo para vender muy unido a la violencia, a valores que creemos muy reduccionistas y que no expresan las múltiples formas de vivir que tenemos los humanos; por tanto, esos son los mensajes que está recibiendo la población juvenil”. “Los educadores, por así decirlo, en estos momentos, son los medios de comunicación de masa, y nuestra idea es que las familias, los centros educativos, los recursos de apoyo sociales, tienen que volver a tomar el protagonismo y ser los verdaderos educadores, los transmisores de valores que ayuden a vivir a los jóvenes su sexualidad de manera positiva, saludable, igualitaria y placentera”, recalca.

El papel de la familia es crucial. “Hoy hay muchas formas de familias, familias son aquellos grupos con los que convivimos y que nos trasmiten esos valores que nos van a ayudar a poder vivir bien en sociedad, y son un pilar fundamental; en la educación afectivo-sexual pensamos que las familias y las escuelas tienen que ir juntas y de la mano, esa sería la mejor manera de que nuestros hijos e hijas tuvieran modelos sociales positivos, hogares en los que vivamos en armonía, en igualdad, en felicidad; ese es el mejor modelo de educación para los jóvenes”, sostiene.

La campaña ‘Sexualidad juvenil: las relaciones sexpresan’ incluye un concurso artístico, denominado ‘Nuestras relaciones sexpresan llenas de cuidados y creatividad’, que pretende contribuir a que los jóvenes se expresen artísticamente y mejoren así sus relaciones afectivo-sexuales, y una exposición integrada por las obras que concurran al certamen que recorrerá distintos puntos de la Isla con fines educativos y culturales. “El arte es una forma de expresión maravillosa de lo que somos los humanos, como la sexualidad, que lo que hace es enseñarnos a convivir”, subraya Ana Pino. “El concurso se enmarca dentro de un proyecto más amplio que el colectivo Harimaguada lleva desarrollando hace mucho tiempo y que persigue dar el protagonismo a la población juvenil, que sean ellos y ellas los que nos cuenten cómo viven y qué necesitan para que desde todos los sectores sociales (familia, educación, sanidad etc.) podamos apoyarles y ayudarles”. “En La Palma, este año, hemos propuesto un concurso en el que se puede participar con cualquier formato artístico, e invitamos a la población juvenil (jóvenes de 14 a 30 años) a que sea la protagonista y cuente a la sociedad palmera cómo vive su sexualidad y qué necesita para que sea más placentera”, apunta.

La muestra tiene como objetivo que “los creadores y creadoras piensen desde ópticas nuevas y los espectadores puedan comprender cómo están viviendo nuestros jóvenes y qué tenemos que hacer para apoyarles, y, sobre todo, crear imágenes alternativas a esas con las que bombardea continuamente internet, que son muy estereotipadas, que no transmiten valores que ayuden a vivir bien”, expone Pino, quien aboga por “generar un imaginario visual (fotográfico, en vídeo, cartelería etc.,) que refleje más la diversidad afectivo-sexual y los valores positivos e igualitarios que nos conducirían a todos a vivir mejor”.

Las bases del concurso artístico pueden consultarse en www.lapalmajoven.eswww.harimaguada.org.

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