El jurado delibera sobre la acusación a David Batista por quemar a su exnovia

Imagen del juicio, este lunes, tomada de la Televisión Canaria.

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

Los nueves miembros del jurado popular convocado para el juicio oral contra David Batista, acusado de asesinato por quemar a su exnovia Laura González en Santa Cruz de La Palma el 10 de julio de 2015, se han retirado a deliberar tras recibir hoy el objeto de veredicto por parte del tribunal.

La fiscal y las acusaciones particular y popular piden 40 años de prisión para Batista, 25 de ellos por asesinato y quince por incendio con peligro para las personas, mientras que la defensa interesa que la condena se limite al delito de homicidio.

El veredicto del jurado deberá determinar si Batista es culpable o no culpable de esos dos delitos, tras lo cual el tribunal será el encargado de redactar la sentencia correspondiente.

Batista también está acusado de un delito de amenazas por el que se le piden dos años de prisión, pero será juzgado por ello en una pieza separada en un procedimiento distinto.

La muerte de Laura González se produjo en la mañana del 10 de julio de 2015 en el Hospital General de La Palma, al cual fue trasladada con el 95% de su cuerpo quemado después de que el acusado la rociase con gasolina y le prendiese fuego en la tienda en la que trabajaba.

En el juicio, David Batista reconoció los hechos, aunque señaló que no recordaba nada de lo ocurrido por estar bajo los efectos de las drogas y el alcohol.

El agresor, que huyó rápidamente del local, también resultó quemado en un 30% de su cuerpo al caerle gasolina encima, al ser empujado por una clienta que intentó detenerlo mientras rociaba a su exnovia.

Laura González era dependienta de una tienda de complementos en la calle Real y había roto su relación con David Batista en mayo de 2015, y desde entonces este había amenazado y acosado a su exnovia continuamente, según la investigación policial.

Según la acusación, el fuego provocado por el agresor en el local puso en peligro la vida de las 23 personas que estaban en esos momentos en el edificio en cuyos bajos está la tienda, así como de las que transitaban por la Calle Real, llena de gente porque era un día festivo por la celebración de la Bajada de la Virgen.

La víctima fue rociada con un tercio de litro de gasolina, pero en la garrafa que llevaba David Batista quedaron nueve litros sin quemar gracias a la rápida intervención de dos ciudadanos que entraron a la tienda con extintores, según la Policía.

Otros dos transeúntes se introdujeron gateando hasta el fondo del local y sacaron a Laura González de detrás del mostrador, que seguía con vida y era consciente de todo pese a la gravedad de las heridas.

Laura González murió después de padecer grandes sufrimientos y dolores, según relataron las enfermeras y médicos que la atendieron.

A su agresor, que tras pasar por la unidad de quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla fue ingresado en la prisión Tenerife II, no se le han detectado patologías ni enfermedades mentales.

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