Los informes de Red Eléctrica deben hacerse públicos

Una y otra vez, en la explicaciones que se hacen desde la Administración acerca de la “emergencia energética en Canarias”, se hace alusión a los informes de Red Eléctrica de España para justificar la necesidad de potencia adicional y de potencia de emergencia para los sistemas eléctricos de las islas. Estas supuestas deficiencias han tenido como respuesta el proceso de concurrencia competitiva para dotar de una ingente cantidad de nuevos grupos de combustibles fósiles para nuestras centrales y de más de una cincuentena de grupos de emergencia para Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura. Por esto, y en un necesario ejercicio de transparencia ante la ciudadanía, se deberían hacer públicos estos informes, para que todos pudiéramos conocer de primera mano las razones que se esgrimen y en su caso, poder presentar objeciones.

Decimos lo de presentar objeciones porque hay cosas que no nos cuadran. Por ejemplo, si cogemos los datos de los grupos de las centrales, publicados en las Estrategias del Instituto Tecnológico de Canarias y cotejamos sus fechas de instalación y de Vida Útil Regulatoria (VUR), nos damos cuenta de que la información que, si se ha hecho pública, solo nos cuadra si se tiene en cuenta que los grupos dejan de estar disponibles cuando se cumple esta VUR, es decir, después de 25 años de su puesta en marcha. 

Pero si esto es así, tenemos un problema serio. En la actualidad, hay grupos en las centrales que están funcionando y que tienen una vida de 50 años y en estas condiciones hay muchos, por lo que se están cometiendo flagrantes irregularidades en la actualidad de las que alguien debería responder. Por otro lado, si alargar la vida de un grupo más allá de los 25 años es completamente lícito, no entenderíamos que, en medio de un proceso de transición energética a las renovables, no se hiciera para no instalar potencia fósil nueva.

Otra cuestión que nos llama poderosamente la atención es la de la potencia de emergencia. Si esta potencia de emergencia es necesaria por problemas de generación, grupos obsoletos, como se ha venido diciendo por la Administración, lo lógico es que, para ser eficientes y eficaces, esta potencia de emergencia estuviera instalada en un sitio determinado. Pero observando la distribución en Tenerife de estos nuevos grupos, se observa que se diseminan por la isla, colocando unidades en Granadilla, El Rosario, Santa Cruz y Los Realejos. Ante esto solo se nos ocurre una explicación: no solo se está intentando cubrir una supuesta necesidad de generación, sino una supuesta necesidad de la red, es decir, tenemos una red de transporte y distribución en Tenerife en condiciones precarias. Evidentemente si esto fuera así, la situación sería mucho más grave que la que nos han dibujado y podría explicar muchas cosas.

Evidentemente, todo lo anterior está formulado desde el campo de la especulación, sencillamente porque el elemento central de la justificación no está en nuestro poder.

Por todo ello y dado el interés que tiene y sus repercusiones ciertas, desde Salto a la Transición Ecológica solicitamos que los informes de Red Eléctrica se hagan públicos para que todo aquel que lo desee los pueda consultar y de esa forma poder valorar adecuadamente todas las repercusiones que dichos informes está acarreando.