Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Traspunte

0

Hablábamos con dos amigas argentinas, Ella, tan callada, y yo, sobre la incontinencia de los tiempos y las modas. Ahora están de moda los libros de memorias añejas y casposas: Isabel Preysler, Pedro José Ramírez, me falta alguno, y, cómo no, el rey demérito. Pero lo más grave, como dije yo, y Ella no asintió porque la lágrima le repercutió en legaña, es el desprecio al que algunos sometimos a los chicos de Tequila, aquel grupo de rock hispano-argentino. Hoy aparecen soberbios, pero es que hoy hasta aparece soberbia la patética “Transición política” y el incipiente inicio de la democracia que trastabilladamente conmemoramos. “Ruptura y revolución”, qué tiempos, nos pillaron con el kanfort en la fachada blanca e impoluta de la librería Molist de Coruña, en la calle Juana de Vega, cuyo dueño era del PC clandestino, y no sabía muy bien a qué atenerse con las idas y venidas de Carrillo. Patricia no sabía nada de eso, pero llevaba los kanforts de reserva.

Me sientan muy mal los aniversarios, la locura que promueven y las tonterías que enaltecen. Aun así, me repito artículo tras artículo: recuerdo la mañana que mataron a Lennon, todas las mañanas son aquella. No hay nada como contemplar las matinales televisivas, televisuales o catódicas, elíjase la que se elija, da igual, a cierta a hora, a todas las horas, sucesos para asustar al público más adulto. Qué les habrán hecho.

Y por las tardes también. Parece evidente que el mismo apuntador los alimenta, tiene mucha capacidad y poca donosura.

Los cómplices de las mentiras de hogaño, y no digamos las cómplices, serán las aterradoras del mañana. Detrás de cada pequeño conspirador, hay un periodista: se ve estos días en el Tribunal Supremo, ese que nunca cambia con los tiempos. Hasta los tribunales populares de la retaguardia republicana imitaban las formas, y las consecuencias. Pero eso no se cuenta, me reconviene Ella, casi tan amada como en la novela de Melania Mazzucco. Es una de esas obras que compras por la foto de portada, la olvidas en un anaquel, y la recuperas cuando nadie se acuerda de tus sombras, y sigue porque Ella en realidad es un fantasma repetido: la transición, la gallina, dos cebollas, la transición, y un enamoramiento no quita a otro, solo en Chinchón. Allí no me lee ni la profesora de arte, buena es ella, con dos gatos, un perro y un amante siamés.

También me dice que te vas, te vas de la realidad porque no te atreves a afrontarla como un hombre. Qué cosas dichas por una mujer madura y restauradora de museos, o algo así: me voy porque sigo siendo adolescente en sombra, como en el poema de Leopoldo Panero, padre, eso sí. Y tienes los bemoles de citar a un vate fascista, ¿pourqoi pas? No por lo de fascista sino por lo de vate incólume.

Ahora mismo sí estoy convencido de que llegaremos a navidad con el mismo gobierno, sin turrones, con champán francés y unos mantecados que se dicen “El polvorón Real, Carlos I”, se subtitulan hechos a mano y van numerados. No se los pierdan.