Unas jornadas en Tenerife muestran al alumnado de informática qué demanda el sector de tecnologías de la comunicación
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 19 (EUROPA PRESS)
La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de La Laguna ha organizado recientemente, como parte de los actos conmemorativos de la festividad de su centro, unas jornadas en las que varios representantes del sector de las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) de Canarias, tanto público como empresarial, han mostrado al alumnado qué es lo que demandan de los futuros profesionales del sector.
El primero en intervenir fue Alberto Villalobos, directivo de la empresa Sotesa, que está integrada, al igual que la propia Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la ULL, en el cluster de empresas TIC Insignia, según informó en un comunicado el centro.
En su ponencia ofreció una panorámica general acerca de la importancia que estas tecnologías han cobrado en el mundo empresarial. Así, señaló que en la actualidad el sector dedicado a las comunicaciones e informática supone entre el 10 o 12 por ciento del producto interior bruto nacional, una cifra similar a la del sector turístico que era impensable alcanzar hace unos pocos años.
La clave de este éxito es que las TIC se han convertido en una herramienta fundamental para las empresas de cualquier área. Por ello, auguró un buen futuro a los estudiantes de estas titulaciones, ya que serán necesarios tanto en organizaciones directamente relacionadas con la tecnología, como en los departamentos de informática de cualquier otra clase de corporación.
A su juicio, a pesar de que ya prácticamente se ha superado el histórico bache tecnológico que existía entre España y los países más avanzados, aún no se han alcanzado unas cotas de productividad equiparables. Para lograrlas, Villalobos apostó por mejorar la formación, flexibilizar el mercado laboral y modernizar también la administración pública, ya que ésta sigue siendo en Canarias el principal usuario de TIC.
A continuación participó Javier Díaz, de la empresa especializada en seguridad de redes Sinergia D3. Explicó a los estudiantes que, por lo menos en su caso, valoraba mucho a la hora de contratar que los candidatos poseyeran algún tipo de formación adicional, además de la diplomatura, el grado o la licenciatura en Informática. Por ello, les recomendó que, si era posible, obtuvieran la certificación profesional de alguna empresa del sector.
Asimismo, criticó la tendencia que hay entre los titulados a centrarse de manera muy especial en el sistema operativo Linux y el Software Libre. Díaz no lo minusvaloró y lo considera una opción válida, pero en las empresas lo habitual es que se utilicen programas comerciales, por lo que resulta conveniente que el alumnado también tenga nociones sobre ellos.
Otro de los participantes en la sesión fue Ángel Frías, de la empresa de programación Infopista. En su caso, defendió la preeminencia de los titulados en Ingeniería Informática sobre candidatos procedentes de otras carreras, aún cuando aporten datos sobre su experiencia profesional, ya que él entiende que los primeros, por el mero hecho de su titulación, poseen unos conocimientos especializados que sólo se pueden adquirir en la universidad.
Aún así, recalcó que en la vida profesional deben complementarse los conocimientos académicos con determinadas cualidades personales. Por ejemplo, en su opinión un jefe de proyectos debe saber comunicar, ya que trata tanto con los clientes como con su equipo o los directivos de la empresa; así como poseer capacidad de organización y carácter mesurado. Y bromeó con que también era preciso “saber leer y escribir”, ya que un buen ingeniero en informática habrá de redactar proyectos o buscar información en varias fuentes.
Frías también valoró la actitud, algo que se puede detectar incluso en un currículo: si observa que un candidato ha pasado por varias empresas en poco tiempo y en cargos similares, tiende a pensar que se trata de una persona conflictiva. Asimismo hizo referencia a no perder el tiempo, y que se preocupe de estar activo incluso durante sus etapas de desempleo, ya sea haciendo cursos como afrontando proyectos personales, aunque no estén remunerados.