El presidente de la comisión parlamentaria sobre el caso mascarillas, Raúl Acosta (Agrupación Herreña Independiente), ha dicho que se siente víctima de “una caza de brujas” después de que se haya filtrado a los medios el borrador que ha elaborado sobre la comisión de investigación del caso mascarillas, previo al dictamen final.
Acosta, en declaraciones a los medios, ha descartado dimitir, como le había pedido el grupo Socialista por considerar que la filtración del borrador es un hecho de “extraordinaria gravedad” que afecta al funcionamiento democrático del Parlamento de Canarias, erosiona la confianza en las instituciones y pone en entredicho la imparcialidad del presidente de la comisión.
Preguntado si niega haber filtrado el borrador a la prensa, Acosta responde: “Insisto, yo lo que he hecho es remitírselo a los grupos parlamentarios”.
Raúl Acosta ha señalado que a él se le encargó que redactara un primer borrador de dictamen para pasárselo a los diferentes grupos y así tener un documento de partida que estuviera listo en septiembre.
Tras redactarlo y dárselo a conocer a sus compañeros de la mesa de la comisión, con el consenso de estos, remitió el borrador a los grupos parlamentarios mediante correo electrónico.
“Me he supeditado a realizar mi trabajo, que es precisamente entregar ese primer borrador, un borrador mío, donde hay unas opiniones que son mías, es decir, del diputado por la Agrupación Herreña Independiente”, ha explicado.
Ha agregado que redactó el borrador “con el convencimiento” de que lo que estaba haciendo la comisión de investigación era “la búsqueda de la verdad” e intentar “ser proactivos, es decir, proponer soluciones y medidas que eviten que en un futuro puedan darse situaciones de este tipo”.
Acosta ha señalado que ahora se pretende “hacer una caza de brujas, matar al mensajero o investigar al que está investigando”, algo que “ni ayuda al esclarecimiento de los hechos ni ayuda al trabajo de esta comisión y deslegitima el trabajo que se ha hecho”.
El presidente de la comisión ha manifestado que quizás se pide su dimisión “por decir la verdad” o por hacer su trabajo, porque no ha habido “ninguna discusión ni ningún titular diciendo que he mentido, que he dicho cosas que faltan a la verdad o que las medidas que propongo son irrealizables”.
Acosta ha criticado que la discusión se quede en “el humo” y no “en el fondo” de lo que plantea en su borrador y ha preguntado retóricamente a quién beneficia que el texto se haya publicado.
“Espero que sigamos trabajando como hasta ahora se ha hecho: con rigor, con esfuerzo por parte de los diferentes grupos en tratar de consensuar un dictamen que no solo busque qué pasó, sino también que sea propositivo”, ha subrayado.
Porque lo importante, ha dicho, es plantear “soluciones alternativas ante momentos tan dramáticos como la pandemia, donde desgraciadamente se saltaron muchos procedimientos y ahora estamos haciendo una suerte de hoja de ruta de buenas prácticas que se pueden aplicar”.