Un total de 16 películas y documentales “en contra de la barbarie, la guerra y el olvido” integran el ciclo Malditas guerras, con una proyección todos los jueves a las 19.00 horas en el Centro de Cultura Contemporánea de Gran Canaria (CCA) del barrio de Schamann (calle Cádiz, 34, junto al parque Don Benito), y con entrada gratuita hasta completar aforo.
Malditas guerras, ciclo seleccionado en convocatoria de proyectos culturales del Cabildo de Gran Canaria, cuenta con la curaduría y presentación de Javier Tolentino, crítico y cineasta afincado en Gran Canaria, conocido por su trayectoria en Radio 3 y por su película Un blues para Teherán (2020), nominada a los Premios Goya, así como con la producción de Siroco Factory, liderada por el productor ejecutivo y realizador canario Ayoze O’Shanahan, especialista en Comunicación y Conflictos Armados.
“Malditas Guerras pretende ser como una exclamación contra el ambiente y la atmósfera que se está creando desde hace unos años frente a las intervenciones armadas, la del autoritarismo y el militarismo”, cuenta a este periódico O'Shanahan. “Ha habido una situación, podríamos decir, de incremento de las inseguridades a nivel internacional en un momento en el que las instituciones internacionales y el orden que las mantenía está en cuestión y en debate, y se nos ha abrumado a nosotros, a los ciudadanos, a la población, con una cantidad de términos, de informaciones y noticias que nos han puesto en alerta”.
La propuesta busca que el espectador no sea solo un observador impotente ante la barbarie bélica, sino un agente activo que expresa opinión, emoción y sentimientos en los espacios públicos que por unos u otros motivos se han ido abandonando paulatinamente en pro de la comunicación a través de las redes sociales. Tal es así, que las sucesivas proyecciones de cada jueves además de contextualizadas al inicio de cada sesión, contarán con un coloquio posterior en el que irán interviniendo diversos invitados como Sergio Millares Cantero, Juan Millares, Pablo Gil Rituerto o Antonio Bordón, entre otros.
“Esto parte también de corrientes cinematográficas como el nuevo cine latinoamericano, la Nouvelle vague, que trata de utilizar el cine como una forma de abrir un debate, de conocer una situación, de explorarla a través de una película, compartiendo una pantalla grande y esa experiencia, pero sobre todo haciendo una presentación de la película, del contexto histórico en el que se desarrolla y luego teniendo un debate con los espectadores que acuden, y que la verdad es que están siendo muy participativos y es muy plural, sobre lo que han percibido sobre la película y las reflexiones que les provoca”, explica el productor.
Este jueves es el turno del documental El honor de las injurias. “Una película muy interesante porque se abordan las perspectivas de la Guerra Civil Española desde el momento en el que se pierde, podríamos decir, y está basada en una persona que fue fusilada y confesó antes de su fusilamiento, era como uno de los pistoleros más activos de la quinta columna republicana en Madrid”, explica O'Shanahan. En esta ocasión, en el coloquio posterior a la proyección participará el historiador Sergio Millares Cantero.
Para la organización de este ciclo tampoco ha sido casual la elección del lugar y del barrio. “El hecho de que se produzca en Schamann, en el centro del CCA, que tienen una bonita sala de proyección y que podamos invitar y, un poco, sacudir a la gente de su sofá para que vengan y desde su propio barrio tengan la posibilidad de compartir esta experiencia, creo que es parte fundamental de este proyecto”.
La reconquista del cine de barrio
Ayoze O'Shanahan analiza para esta redacción el valor que tiene el cine de barrio “en el que los vecinos se puedan reunir, ver y compartir”. Como especialista en Comunicación y Conflictos Armados reflexiona sobre el malestar, la impotencia y la tristeza que inmoviliza a las personas que quedan atrapadas en sus casas o aturdidas por mensajes estridentes en las redes sociales. “Permanecer en silencio no es una opción y hay muchas formas de no permanecer en silencio ante cosas que realmente son frustrantes, provocan mucha ira, provocan rabia, provocan pena, tristeza, sobre todo porque estamos rompiendo un consenso en el cual todos admitíamos que estas cosas estaban mal”, asevera.
“Y eso evidentemente nos afecta al resto, porque también estamos viendo cómo esas ondas expansivas de esto que está sucediendo también está afectando a nuestras sociedades. Y todo en un momento en el que vivimos una revolución tecnológica y una nueva forma de comunicarnos, que todavía estamos generando anticuerpos y todavía estamos aprendiendo a manejar, mientras sufrimos sus consecuencias. Y por eso es bueno sacar espacio fuera de estas redes sociales, traerlos al presencial, como estos ciclos, y tener la oportunidad de hablar con otras personas sobre distintos puntos de vista que nos permiten estas películas”.
Siempre en versión original, con subtítulos en español, Malditas guerras extenderá su programación desde este jueves día 11 de septiembre hasta el 27 de noviembre y durante el mes de febrero de 2026.
El ciclo Malditas guerras proyectará Loin du Vietnam (1967), coordinado por Chris Marker, el 25 de septiembre; Carruaje a Viena, de Karel Kachyña, el 2 de octubre; El gran dictador (1940), de Charles Chaplin, el 9 de octubre; Nuestras derrotas, de Jean Gabriel Périot, el 15 de octubre; La familia Samuni (2018), de Stefano Savona, el 23 de octubre; Ernst Cole: Lost and Found (2024), de Raoul Peck, el 30 de octubre; El Fogonero (2010), de Alekxéi Balabánov, el 6 de noviembre; Hate Songs, (2023), de Alejo Levis, el 13 de noviembre; Onoda, 10.000 noches (2022), de Arthur Harari, el 20 de noviembre; Guernika (1937), de N. Sobrevila; Legión Condor (1939), de la Filmoteca alemana, y Catalunya Mártir (1938), de J. Marsillach, el 27 de noviembre.
Y tras el descanso navideño, el ciclo continúa en el mes de febrero con los títulos: Cuaderno de contabilidad (2005), del grancanario Juan Millares, el 5 de febrero; el primer capítulo de la serie Las noches de Tefía (2023), dirigido por Miguel del Arco y Rómulo Aguillaume, el 12 de febrero; Living the Land (2025), de Huo Meng, el 19 de febrero; y finalizando el ciclo La marsellesa de los borrachos (2024), de Pablo Gil Rituerto, el 26 de febrero