El próximo martes, 9 de diciembre, tendrá lugar a las 10.00 horas en el Salón de Actos de Humanidades de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) el Acto de Investidura como Doctora Honoris Causa in Memoriam de la fotoperiodista palestina Fátima Hassouna, asesinada por el ejército israelí el 16 de abril de 2025. Solo tenía 26 años.
“Si muero, quiero una muerte ruidosa, no quiero estar en las noticias urgentes, ni ser un número en una lista”, escribió Hassouna en una publicación en su cuenta de Instagram en agosto de 2024, cuando ya se había echado a la espalda el compromiso de retratar la vida cotidiana de Gaza desde el 7 de octubre de 2023. “Quiero una muerte que el mundo escuche, un efecto que perdure a lo largo de los siglos e imágenes inmortales que ni el tiempo ni el espacio entierren”, añadió Hassouna.
Y es este, “el legado duradero”, uno de los motivos por los que la ULPGC inviste a la periodista gazatí, junto con su valentía y testimonio en contextos adversos; su defensa del derecho a la información; su aporte cultural y artístico y la inspiración ética y profesional para los que se quedan en este lado del mundo contando historias de vida y muerte.
La concesión del Honoris Causa a la fotoperiodista y activista palestina fue propuesta al Consejo de Gobierno de la Universidad el 23 de julio y aprobada por el Claustro el 3 de octubre por el propio Rector, Lluís Serra, como una forma de “condenar sin matices el genocidio de la población civil de Gaza y visibilizar la violación flagrante de Israel contra los Derechos Humanos”.
Fátima nació en 1999 y era graduada en Ciencias Audiovisuales por la Facultad Universitaria de Ciencias Aplicadas de Gaza. Se definía a sí misma como fotógrafa y escritora, aunque también realizó trabajos en artes visuales.
Morir contando Gaza
En el bombardeo sobre el barrio gazatí de Al-Touffah en el que murió Hassouna, murieron también diez miembros de su familia (incluída su hermana Alaa que estaba embarazada). Un asesinato que simboliza la violencia contenida en el hecho de matar al mensajero, que es cualquier periodista en zona de conflicto, y la crueldad extrema del ataque militar sobre la población civil.
Hassouna retrató la cotidianidad del horror de un genocidio, pero también la vida abriéndose paso por cualquier grieta y sus fotografías sirvieron de ventana al mundo en el momento de cierre de la franja de Gaza, inaccesible a ayuda humanitaria y a la mirada de la prensa internacional. Las imágenes de Hassouna dieron entonces la vuelta al mundo y su resistencia fue ejemplo de compromiso y símbolo de la resiliencia del pueblo palestino. Narraba y documentaba las evacuaciones forzadas civiles bajo las órdenes militares israelíes; la destrucción de las infraestructuras en Gaza a causa de los ataques aéreos; las bajas civiles y los rituales funerarios o los niños jugando entre las ruinas.
Por esta labor ha sido reconocida internacionalmente por su papel protagonista en el documental Put your Soul in your Hand and Walk (Pon tu alma en tus manos y camina), dirigido por la iraní Sepideh Farsi, a través de un año de conexiones virtuales desde donde relataba la vida en medio del terror de Gaza. El asesinato de Fátima se produce justo un día después de que se anunciara la proyección del documental en Cannes.
Las Fuerzas de Ocupación Israelíes declararon que atacaron en ese punto porque allí se encontraba “un miembro de Hamás involucrado en ataques contra soldados israelíes”, alegando el uso de armas de precisión. La cineasta Sepideh Farsi rechazó tajantemente esta justificación: “Conozco a toda la familia. Es una estupidez”, sentenció. Desde Reporteros Sin Fronteras (RSF) advierten de que este tipo de acusaciones infundadas constituyen una “táctica conocida y vergonzosa del ejército israelí para ocultar la verdad sobre los atroces crímenes cometidos en Gaza”, según denunciaron también, en una declaración conjunta el 12 de agosto de 2025, cuatro relatores de Naciones Unidas.
Matar al mensajero
RSF también ha registrado el asesinato de más de 210 palestinos a manos del ejercito israelí; la ONU eleva el total a más de 260 en noviembre de 2025; y la Federación Internacional de Periodistas (IFJ por sus siglas en inglés) indica al menos 226 hasta el 2 de diciembre.
Estas variaciones se deben a criterios distintos en la verificación y definición de “periodista”, pero todas confirman que este conflicto es el más letal para la prensa.
La mayoría de las víctimas son palestinas trabajando en Gaza bajo condiciones extremas, según la información recopilada por RSF. La organización denunció lo que considera ataques deliberados del ejército israelí a periodistas palestinos y libaneses.
En palabras del director de Defensa e Incidencia de RSF: “Hemos documentado las circunstancias en que se produjeron los ataques contra al menos 30 periodistas, en los cuales 25 fueron asesinados y cinco resultaron heridos, entre mayo de 2024 y agosto de 2025. La conclusión es inequívoca: en la inmensa mayoría de los casos, los periodistas son el blanco de ataques que obedecen a su actividad periodística o se producen durante el ejercicio de su labor”.