Dos centenares de personas han participado este viernes en una manifestación que ha recorrido las obras del proyecto urbanístico de lujo Cuna del Alma, en el municipio de Adeje en Tenerife, donde han exigido su paralización por considerarlo ilegal mientras las palas continuaban con su trabajo protegidas por un fuerte dispositivo policial.
La protesta, convocada por diferentes colectivos sociales, ha comenzado en la avenida Playa Paraíso, en el inicio del camino que lleva hasta el Puertito de Adeje, desde donde han marchado hasta llegar al pueblo.
Al grito de “menos cemento y más fundamento”, “el turismo es el que vive de Canarias” o “Canarias no se vende, se ama y se defiende”, los asistentes han recorrido los cerca de dos kilómetros de carretera.
Durante el camino, los convocantes han realizado varias paradas para aportar detalles de lo que está ocurriendo en este espacio, que se encuentra en el centro del debate sobre el modelo de turismo de masas en Canarias, y cuya promotora fue multada en mayo de este año por el Gobierno de Canarias con una sanción de 229.500 euros por daños al patrimonio arqueológico.
El Ejecutivo regional anterior, liderado por el denominado Pacto de las Flores (PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG), había propuesto una multa de 600.000 euros al considerar que la empresa actuó con dolo, es decir, a sabiendas de que estaba destruyendo el patrimonio canario. Pero ese expediente caducó y el nuevo Gobierno autonómico, conformado por Coalición Canaria y Partido Popular, ha calificado las infracciones de “graves” y no de “muy graves” y, por tanto, redujo a menos de la mitad la cuantía de la sanción prevista.
Uno de los miembros del colectivo Tagoror Permanente, Víctor Martín, ha explicado que la formación lleva 55 días “vigilando” el proceso de construcción, en el que, ha dicho, se han producido “numerosos incumplimientos” sin que haya intervenido “el Cabildo, el Gobierno autonómico o el Seprona”, por lo que decidieron “convocar a la ciudadanía” para que “manifiesten su rechazo” y presionar para que las instituciones actúen.
Al tiempo que ha indicado que han presentado “varias denuncias”, por la vía administrativa y también penal, ante un aumento de las “irregularidades” por parte de la constructora, que “cada vez son más graves”.
“Las obras se han acelerado desde los últimos meses. La estrategia de la empresa está clara: causar el máximo destrozo posible y, a partir de ahí, decir que ya está todo destruido y que no vale la pena salvar nada. Pero todavía hay tiempo, si se interviene ya, el barranco se puede salvar. Pero es verdad que cada día que pasa se corre más riesgo, porque siguen trabajando de lunes a viernes”, ha indicado Martín.
Por ello, ha continuado, desde los colectivos piden la “paralización inmediata de las obras”, que la empresa promotora “presente todos los papeles” (en referencia a los permisos legales) y que se “depuren responsabilidades” tanto por parte del “Ayuntamiento de Adeje como por parte de la constructora”.
Cabe recordar que la iniciativa no cuenta con una evaluación de impacto ambiental y que ya fue paralizada a finales de 2022 por, entre otras cosas, amenazar a una especie protegida en las Islas, la viborina triste, para la que finalmente se acordó su traslado, también polémico.