Antena 3 prepara el regreso de “Manos a la obra”
Carlos Iglesias y Ángel de Andrés, los dos actores que dieron vida a Benito y Manolo en la popular “Manos a la obra”, intentarán explotar de nuevo su éxito como dúo en Antena 3. La cadena de Planeta prepara, como una de sus grandes apuestas de ficción para el otoño, el regreso de esta “comedia gamberra” que triunfó a finales de los 90 con cuotas en torno al 30% y los 5 millones de espectadores. Aunque el nombre de la serie podría variar, la esencia será la misma. Es decir, mostrará las desventuras de estos dos albañiles “chapuzas” encargados de la empresa “Manolo y Cía”. Esta nueva etapa de la serie está producida por Drive TV, la compañía de José Manuel Lorenzo. El ex accionista de laSexta y responsable de Canal+ lleva un año moviendo este proyecto por distintas cadenas, como ya informamos el pasado agosto, bajo el título “Padres no hay más que dos”. Además, Carlos Iglesias ha trabajado recientemente con Drive, que ha producido su ópera prima en el cine “1 franco, 14 pesetas”. Ahora, los protagonistas de “Manos a la obra” volverán a la carga con la intención de repetir el triunfo cosechado con estos peculiares personajes creados por el desaparecido Vicente Escrivá, papeles que interpretaron durante cuatro años y que tuvieron como resultado 130 capítulos en Antena 3. Aunque los dos intérpretes tenían planes de volver a trabajar juntos, han pasado cinco años para que este deseo se haga realidad. Con la participación segura de Carlos Iglesia y Ángel de Andrés, existe una lógica dificultad para contar con los actores y actrices que estuvieron en la serie hace ya seis años. Así, la que no estará en esta nueva etapa de “Manos a la obra” es la actriz Nuria González, vinculada al clan de “Los Serrano” durante los últimos años aunque ya fuera del mismo. Mientras, otros intérpretes que se desconoce si volverán son Carmen Rossi, Kim Manning, Fernando Cayo y Jorge Calvo. Superó los 6 millones de espectadores Manolo y Benito, los dos albañiles que aparecieron en el prime time de los jueves y posteriormente pasaron a los domingos se despidieron en julio de 2001 de la privada, en la que aterrizaron en enero de 1998 y protagonizaron seis temporadas, en alguna de las cuales llegaron a convocar a más de 6 millones de fieles. Adaptada a varias televisiones extranjeras, “Manos a la obra” fue una de las víctimas de “Gran hermano II”. Tras varias temporadas de éxito, en su último curso cosecharon una cuota de pantalla media del 19.9% y el favor de 2.766.600 televidentes. El inefable Benito (Carlos Iglesias), un albañil de buen corazón y poco, poquísimo amor al trabajo, y su compañero de fatigas, Manolo (Angel de Andrés), casado con la celosa Adela (Nuria González) llegaron a todo tipo de público porque eran personajes “muy reconocibles y muy nuestros. Son dos adultos por su picardía y, al mismo tiempo, niños por su inconsciencia”, dijo el creador de la que fue la primera serie de 1998. Pese a que “Manos a la obra” regresa después de un lustro, ésta no ha desaparecido totalmente de la pequeña pantalla ya que, en las últimas temporadas, tanto Antena 3 como algunas televisiones autonómicas o temáticas la han repuesto en numerosas ocasiones. La versión televisiva de Pepe Gotera y Otilio Producida entonces por Acanto y teniendo como localización principal un patio de vecindad, “Manos a la obra”, uno de los títulos que empezó a alejarse del argumento familiar y apostó por el profesional, utilizó el humor costumbrista en historias cotidianas dirigidas a un público familiar. Los protagonistas de este “cómic celtibérico para divertir y quitar penas”, en palabras de su autor, echaron el gotelé ante millones de españoles, sobre todo chavales, que vieron en Benito y Manolo al Pepe Gotera y Otilio del genuino tebeo. Años después, la exitosa “Aquí no hay quien viva” siguió e incluso superó su exitosa estela, una serie en la que muchos vieron también la adaptación televisiva del cómic de Ibáñez “13 Rue del Percebe”. “Manos a la obra” dejó patente la química que había entre Iglesias y De Andrés, que, sin personalismos ni rivalidades, formaron un equipo y se complementaron a la hora de dar vida a dos personajes que se necesitan mutuamente. Y es que, aunque el mensaje era la risa pura y dura, esta comedia tenía como trasfondo la solidaridad de dos amigos que, aunque se quieren, siempre están a la greña.