El próximo 8 de enero a las 22.00 horas, Telecinco estrena la segunda temporada de Javier ya no vive solo. La serie protagonizada por Emilio Aragón tratará de hacerse con el prime time de los miércoles y mejorar el 21,5% de cuota de pantalla de su anterior etapa, emitida la pasada primavera en la noche de los domingos. Esta comedia familiar producida por Globomedia abordará las nuevas vivencias de un soltero que, de la noche a la mañana, ha pasado a tener a su cuidado a sus dos sobrinas adolescentes. En las tramas de esta nueva etapa, destaca el cierre de la guardería, por lo que sus protagonistas cambiarán su rumbo profesional. Javier (Emilio Aragón) encuentra trabajo en la Agencia para la Defensa de la Infancia, y es ahí donde transcurrirá el eje argumental de la ficción. A los intérpretes ya conocidos de Nuria Roca (Sofía), Xenia Tostado (Lucía), Nadia de Santiago (Raquel), Juanjo Cucalón (Tomás), Ana Rayo (Sara), Fernando Guillén Cuervo (Manu) y Cristina Marcos (Marina) se unen ahora cinco nuevos: María Adánez, Kako Larrañaga, Concha Goyanes, Alejo Sauras y Cristian Bautista. Así, María Adánez (Ellas son así) será Ana, abogada especializada en temas relacionados con la infancia y la juventud. Su carácter es tranquilo, sensato y responsable. El contacto con Javier hará que surja cierta química entre ellos. Kako Larrañaga interpreta a Julio, propietario de la Agencia y casado con Ana. Es un hombre de múltiples recursos y de pocas palabras. Su carácter, tajante y directo, se ha endurecido con los años. Concha Goyanes será Carmen, trabajadora social serena y cariñosa, aunque tiene un trato enérgico y un poquito mandón. Por último, Alejo Sauras (Al salir de clase) es Óscar, huérfano de 17 años que vive desde pequeño en el centro de acogida. Desconfía de todo y tiene una visión desencantada de la vida. Señalar por último que para el desarrollo de las tramas se ha contado con el asesoramiento de Javier Hurra, ex Defensor del Menor y actual psicólogo de la Fiscalía de Menores. Este experto en asuntos relacionados con la problemática infantil y juvenil no sólo ha ayudado en aquellos casos más difíciles por su temática o por el proceso que hay que seguir hasta su resolución, sino que también ha aportado ideas surgidas de la realidad que él mismo ha experimentado y sigue viviendo en el desarrollo de su actividad profesional.