La Palma de Oro de la 57ª edición del Festival de Cannes fue para el documental de Michael Moore Fahrenheit 9/11en lo que se interpreta como una bofetada de la cinematografía europea a la política belicista del Presidente norteamericano George Bus. El jurado, presidido por el realizador estadounidense Quentin Tarantino, premió el beligerante trabajo del autor de “Bowling for Columbine”, un explosivo documental que revela las irregularidades electorales que permitieron a Bush llegar al poder; indaga en sus conexiones con el clan de los Bin Laden y crítica su política exterior al exponer las razones económicas que encendieron la guerra contra Irak. “Abrumado” por el honor que le otorga el Jurado, Moore dedicó el premio “a los hijos de Estados Unidos y de Irak y de todo el mundo” que sufren bajo la política de Bush. Manifestó su esperanza de que el filme, que aún no tiene distribución en su país, pueda verse en salas norteamericanas e influya en las próximas elecciones. Michael Moore, con lágrimas en los ojos, agradeció el premio al Jurado y aludiendo al intento de evitar su distribución en los Estados Unidos de la multinacional Disney dijo: “Todos los países podrán ver el documental, excepto uno”. Para dar idea de la universalidad del interés que ha despertado informó que el documental ayer se había vendido a Albania y añadió que esperaba “que las muertes de Irak no hayan sido en vano”. Michael Moore completó sus declaraciones dando “las gracias a los actores de mi documental George Bush, Dick Cheney, Paul Wolfowitz y Donald Rumsfeld”. La Casa Blanca, por su parte, al conocer la noticia del premio a “Fahrenheit 9/11”, dio la vuelta a la tortilla y un portavoz autorizado alabó la libertad de expresión que existe en Estados Unidos asegurando que el galardón a Moore “es una demostración que EEUU es un país libre donde cada cual puede decir lo que quiere”. Películas frustradas El imprevisible premio a Michael Moore dejó fuera de juego a las dos películas que habían salido como favoritas para la Palma de Oro, que no pasarán a la historia del Festival porque ni tan solo salen en el Palmarés: “2046, de Wong Kar-wai”, y “Diarios de motocicleta”, de Walter Salles. La coreana “Old boy”, de Park Chan-wook, la tercera en la línea de salida, se contentará con el prestigioso “Gran Premio del Jurado”, el segundo en importancia del Festival. El premio al mejor actor ha sido para un niño japonés de 13 años por “Nobody knows”, que narra un hecho real acaecido en Tokio, cuando tres hermanos de corta edad deben subsistir por sus propios medios al ser abandonados por su madre. El galardón para la mejor actriz es para la china Maggie Cheung, protagonista de la aclamada “Clean”, de su exmarido Olivier Assayas, que ha sido muy bien recibida por la crítica internacional. El premio al mejor director ha recaído en Tony Gatlif por “Exils”, película en la que se narra el viaje de una joven pareja a través de España para llegar a Argelia y recuperar sus raíces. Un premio polémico, que ha provocado división de opiniones y considerables protestas. El realizador se dirigió al Presidente del Jurado Quentin Tarantino en castellano para darle las gracias. El Premio del Jurado tuvo dos ganadores: la actriz Irma P. Hall por “The ladykillers”, la última película de los hermanos Coen, y la película tailandesa “Tropical malady”, de Sud Pralad. La única película con participación española que ha obtenido premio es “Whisky”, dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, coproducida con Uruguay, proyectada en la sección “Un certain regard”, que se lleva dos galardones: el premio “Regard Original” y el que otorga la Fipresci en esta sección paralela.