Herederos del ladrillo

Imaginemos la columna vertebral, conformada por cada uno de los huesos que la sustentan, unidos entre sí para mantener en pie el organismo. Esto es el desempleo en los programas electorales de los partidos que se presentan a las elecciones de este domingo. El paro es el tema estrella y cada aspecto o propuesta programática -o casi todas- están encaminadas a reducir los cerca de cinco millones de personas sin trabajo en el territorio nacional (21,29% de tasa). En Canarias la cifra se sitúa más de ocho puntos por encima, en un 29,55%.

El Archipiélago arrastra desde el comienzo de la crisis la tasa de paro más alta del país, una lacra de la que solo ha conseguido deshacerse en el último trimestre de este año (siendo superada por Andalucía, con un 30,93% de parados). El desempleo es un problema, y en las islas casi más que en cualquier otra región.

La crisis ha hecho estragos en una economía basada en dos pilares que se han desmoronado con la recesión: el sector de la construcción y el turismo. En cuatro años la tasa de paro ha sumado 20 puntos porcentuales: hasta un 29,78% en el segundo trimestre de 2011, frente al 9,78% registrado entre abril y julio de 2007 (el dato más positivo ofrecido por la Encuesta de Población Activa -EPA- desde el cambio metodológico de 2005).

El problema, no obstante, viene de largo. Salvo en 2007, la EPA no ha registrado un valor por debajo del 10%, lo que sitúa a Canarias a la cabeza de las autonomías con mayor desempleo anterior a la crisis junto a Andalucía y Extremadura. Se trata de un problema estructural.

¿Y dónde se concentra? A finales de agosto, Canarias registró 123.914 cotizantes menos a la Seguridad Social con respecto a diciembre de 2007. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria se ha convertido en una suerte de cáliz catártico al que parece pertinente achacar la mayoría de los males. Lo cierto es que entre 2007 y 2011 se han perdido casi 66.000 empleos en la construcción (de 127.500 ocupados en el primer trimestre de 2008 a 51.700 en el último de 2011); los parados en el sector ha pasado de 26.200 a 29.700 en el mismo período. El número de personas sin trabajo en el archipiélago alcanza los 328.700.

Un vistazo al sector servicios (hostelería, turismo, comercio), que concentra más del 80% del empleo en Canarias, produce un desconcierto similar. El número de ocupados ha subido desde 2008 hasta situarse en 671.100 personas, según el último dato de la EPA, mientras que la cifra de parados cuyo último empleo corresponde al sector ha sumado 33.100 personas. Las cuentas parecen no salir, salvo que se añadan al cómputo los 187.300 desempleados que buscan trabajo por primera vez o llevan más de un año haciendo cola en las oficinas de empleo. La cifra ha ido sumando desde 2008 entre 5.000 y 10.000 personas al mes (a comienzos de 2008 eran 52.300).

Este es el panorama. La economía canaria, más que destruir puestos de trabajo, no es capaz de absorber la demanda creciente de quienes lo han perdido o egresan de los institutos, facultades y ciclos de Formación Profesional. Por eso el mercado laboral es el campo en el que se juega el partido. Todo se lleva a este terreno. La política fiscal y financiera, la política energética, la reconversión industrial, la inversión en innovación tecnológica. La política educativa o de vivienda también se apellidan “para-crear-empleo”. Solo una diferencia: el crecimiento económico, ¿es el trofeo o la estrategia para lograr la victoria?

Vea y compare los programas electorales:

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