La capital grancanaria repite en la ruta de la Mini-Transat

Los pormenores de la prueba fueron dados a conocer este jueves en una rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria

EFE

Santa Cruz de Tenerife —

Las aguas de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria serán escenario en noviembre de la salida de la segunda etapa de la regata en solitario Mini-Transat, una de las pruebas oceánicas más duras y apasionantes, que partirá en septiembre desde La Rochelle (Francia).

La capital grancanaria recibirá por segunda vez consecutiva (la primera se produjo en 2017) esta regata trasatlántica en solitario, en la que participan los barcos oceánicos más pequeños del mundo, de tan solo 6,5 metros de eslora, según han indicado fuentes de la organización.

El evento, en el que participarán 84 veleros, ha sido presentado por los concejales de Turismo y Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, y Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, quienes también han mantenido este jueves una reunión de trabajo con el presidente del Comite Rochelais de Mini-Transat, Bernard Bonneau, y el director técnico de la prueba, Jean Saucet.

Asimismo, los responsables franceses de la regata visitarán este viernes el Muelle Deportivo y tendrán un encuentro con el resto de instituciones y colectivos que participan en la misma, como el Cabildo de Gran Canaria, la Autoridad Portuaria, la Federación de Vela Latina Canaria, Femepa, el Real Club Náutico de Gran Canaria y Capitanía Marítima, entre otros.

Los veleros saldrán de la ciudad francesa de La Rochelle el 22 de septiembre, y solo unos días después comenzarán a llegar a la capital grancanaria, donde permanecerán hasta el 2 de noviembre, fecha de salida de la segunda etapa de la travesía, que tendrá su meta en Le Marín, en la isla de Martinica (El Caribe).

La capital grancanaria fue seleccionada junto a La Rochelle y Le Marín como salida, escala y llegada de la regata en 2017 y 2019, por sus condiciones climáticas, sus infraestructuras portuarias, su condición de destino turístico, la marca Gran Canaria, las buenas conexiones aeroportuarias de la Isla y su experiencia para acoger eventos náuticos.

La Mini-Transat es una de las pruebas oceánicas más duras y apasionantes. Su lema, 'Un hombre, un barco, un océano', pone a prueba a los navegantes, quienes se enfrentan en solitario a las condiciones del océano, en veleros de 6,5 metros, con la única ayuda de un GPS, cartas náuticas de papel y un VHF para recibir la información meteorológica.

Entre los participantes que han logrado superar las duras condiciones que exige la organización para poder competir en regata, en la que predominan los navegantes franceses con un total de 54, se encuentra también el grancanario Miguel Rondón, con el barco Kristina 954.

En esta exigente cita hay que cumplir dos objetivos deportivos, tales como sumar al menos 1.000 millas en regatas de la clase mini, y cumplir otras 1.000 millas en los circuitos diseñados por la propia organización en el Atlántico y el Mediterráneo.

Etiquetas
stats