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Colunga evita que la UD descarrile

Adrián Colunga certificó este sábado en el Estadio de Gran Canaria la segunda victoria de la etapa de Juan Manuel Rodríguez al frente de la UD Las Palmas. Fue en un partido muy complicado, que sólo se solventó en el último suspiro del encuentro, prácticamente con el tiempo cumplido. El triunfo lleva al conjunto amarillo hasta los 13 puntos, igualado con el Albacete en la cola de la Liga BBVA.

La UD Las Palmas encaraba el partido, correspondiente a la decimosexta jornada liguera, con la obligación de llevarse el botín de la victoria. Su condición de colista no le permitía ninguna licencia, por lo que el cuadro insular saltó al césped con la clara consigna de ir a por el Eibar, un rival incómodo y que pisaba el Estadio de Gran Canaria con la tranquilidad que supone ser inquilino de una zona cómoda de la tabla clasificatoria (décimo hasta este sábado).

Juan Manuel Rodríguez volvió a apostar por un bloque en el que sobresale la creatividad de sus futbolistas, en un nuevo intento de que el buen trato al balón sea el camino que le lleve a la victoria. Una importante ausencia fue de Roberto Trashorras, que ni si quiera se pudo sentar en el banquillo, puesto que no pudo recuperarse a tiempo de su dolencia en la zona abdominal. Su puesto lo ocupó el grancanario David González, que volvía a contar con la confianza de su técnico desde el principio del encuentro.

La otra nota destacada en el cuadro local fue la entrada de Capi entre los once elegidos, ocupando un puesto en la defensa a causa de las bajas de Juanpa y Juanma. Además, Juan Manuel Rodríguez decidió finalmente convocar a Humberto y Javi Castellano, jugadores del filial.

El comienzo del encuentro fue vibrante, con la Unión Deportiva presionando en todas las líneas e intentando explotar al máximo ambas bandas, ocupadas por Francis Suárez y Adrián Colunga.

El primer aviso serio tuvo como protagonista a Nauzet Alemán (min. 7), muy cómodo y trabajador en la mediapunta hasta ese momento. El de Las Mesas lo intentó de lejos con un zapatazo que salió lamiendo la madera.

El conjunto armero trató de meter miedo a los canarios con jugadas a balón parado, una especialidad que dominan. Sin embargo, todos los intentos visitantes fueron estériles ante una zaga amarilla ordenada y sin apenas fisuras.

Con el transcurrir de los minutos, el Eibar fue comiéndole terreno a los anfitriones, aunque con poca pegada en la portería defendida por Nacho González. En una de las contras del conjunto vasco, Nauzet Alemán vio la cartulina amarilla al verse obligado a derribar a un contrario cuando éste encaraba la meta insular.

Nacho Insa llevó el susto a la grada en el primer despiste de gravedad de los amarillos. Un saque de esquina botado por el centrocampista se estrelló en el palo corto ante una zaga nada atenta a la jugada de estrategia (min. 23).

En el minuto 30, el Eibar reclamó una pena máxima tras caer derribado el defensor Urzelai después de un salto con un contrincante dentro del área. Dos minutos después, fue la parroquia amarilla la que protestó en masa la no señalización de un posible penalti por unas manos de un futbolista eibarrés.

El partido fue decayendo y a puertas del descanso fueron los despropósitos de los dos equipos los que impidieron que el buen juego hiciera acto de presencia. La Unión Deportiva, que se contagió del fútbol que quiso desarrollar su adversario, no daba con la tecla adecuada. Por su lado, el equipo de Mandiola, con más presencia sobre la hierba en esta primera parte, supo minimizar el peligro del rival cometiendo continuas faltas tácticas.

David González era el jugador local que más incordiaba al cuadro armero, que se vio obligado a pararle con u sinfín entradas antireglamentarias. El Eibar, jugando al límite, acabó la primera mitad con cuatro de sus futbolistas amonestados y defendiéndose con uñas y dientes del asedio a su portería.

Mal comienzo de los amarillos en el segundo período

Tras la reanudación, Las Palmas no dio síntomas de mejoría. Los nervios atenazaban a los anfitriones, incapaces de hilvanar alguna jugada capaz de poner entre las cuerdas al oponente.

En el minuto 50, el Eibar tuvo la ocasión más clara del partido. Un magistral pase entre líneas de Nacho Insa dejó al delantero Yagüe frente a frente con el argentino Nacho González. El ariete vasco, en una posición inmejorable, disparó a puerta, pero se encontró con la pierna del meta sudamericano. Los amarillos lo pasaban muy mal. Los vascos, a lo suyo.

Juan Manuel Rodríguez movió ficha ante el atasco local. El preparador grancanario dio entrada a Sergio Suárez por su hermano gemelo, Francis, ubicándole pegado a la derecha cuando habitualmente se desenvuelve como mediocentro.

Premio a la perseverancia

Poco a poco, la UD, enrabietada, se fue adueñando de la pelota, encerrando al Eibar en su propia parcela. Ese esfuerzo fue recompensado por el graderío con aplausos. Nacho Casanova, combativo pero poco eficaz, tuvo en sus botas la posibilidad de inaugurar la contienda, pero no supo aprovechar un centro llegado desde la banda para cubrirse de gloria.

En el 71, una falta botada por Nauzet Alemán la remató de cabeza, y en semifallo, el central Capi, aunque Cuéllar, bien colocado bajo palos, atajó con seguridad. A estas alturas del encuentro, el dominio local era aplastante.

A la desesperada, el entrenador de la Unión Deportiva apostó por el japonés Kenji Fukuda para que saliera al rescate. El atacante nipón reaparecía ante su público después de estar varias semanas lejos de los campos a causa de sus problemas musculares. Fukuda relevó a un gris Nacho Casanova.

En el minuto 84, un balón suelto en la frontal del área no supo aprovecharlo López Ramos que de disparo mordido apenas inquietó a Cuéllar. Las Palmas, con más corazón que cabeza lo intentó, pero recurrió al juego directo, una forma de jugar que le convenía a un Eibar más acostumbrado a estas lides.

Cuando ya nadie creía en el milagro, un centro desde la banda derecha de Siro Darino fue rematado por Fukuda. El testarazo del japonés se encontró con la base del poste, sin embargo, el rechace quedó a pies de Adrián Colunga, que fusiló al fondo de las mallas. Premio a la insistencia. La alegría llegó en el minuto 89, pero aún restaba tiempo para el sufrimiento.

Las Palmas, sin embargo, supo jugar sus cartas y, tirando de oficio, logró que apenas se disputara el tiempo restante parando el ritmo del partido. El colegiado decretó el final de la contienda ante el júbilo de la afición amarilla.

El tanto de Adrián Colunga, futbolista que esta temporada ha marcado goles importantes para la Unión Deportiva y que el club amarillo estuvo a punto de ceder poco después de acabar la pretemporada de La Palma, sigue dándole vida al equipo insular, que acumula 13 puntos en la tabla y que mira con mucho más optimismo el futuro.

UD Las Palmas: Nacho González; Darino, Capi, David García, López Ramos (Ione, min. 92); Francis Suárez (Sergio Suárez, min 60), Cobas, David González, Adrián Colunga; Nauzet Alemán y Nacho Casanova (Fukuda, min. 76). SD Eibar: Cuéllar; Txiki, Urzelai, Biel Medina, Raúl García, Codina (Alaña, min. 57), Carmelo, Zurutuza (Goiria, min. 64), Del Olmo, Insa y Yagüe (Altuna, min. 76).

Goles: 1-0, min. 89: Adrián Colunga.

Árbitro: Javier Estrada Fernández (Colegio Catalán). Amonestó por el equipo local a Nauzet Alemán (min. 15), Cobas (min. 68) e Ione (min. 91). Por el Eibar vieron la cartulina amarilla Carmelo (min. 26), Nacho Insa (min. 33), Yagüe (min. 37), Codina (min. 42), Alaña (min. 71) y Raúl García(min. 80)

Incidencias: 10.196 espectadores acudieron al Estadio de Gran Canaria para presenciar el partido correspondiente a la decimosexta jornada de la Liga BBVA.

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