Este domingo se cumple un año del ascenso de la UD a la Liga BBVA

La noche del 24 de junio de 2006 fue mágica. No sólo por ser la de San Juan, sino porque la UD Las Palmas conseguía el ansiado ascenso a la Segunda división. El nombre del delantero sevillano Marcos Márquez será recordado en la historia del club al ser el autor del tanto del triunfo ante el Linares, en un partido al que acudieron 30.280 espectadores. Un año después, la entidad amarilla sigue de enhorabuena, ya que su principal objetivo, el de mantener la categoría, ha sido cumplido. Ahora toca alcanzar metas más ambiciosas.

Este domingo se cumple un año del logro. El Linares, después de dejar en la cuneta al Badalona, se convertía en el último escollo para Las Palmas en su camino hacia la Segunda división.

El partido de ida, celebrado en el Municipal de Linarejo, acabó con empate a dos. En teoría, un buen resultado para recibir a los andaluces en Gran Canaria. En ese encuentro, Marcos Márquez, actual Pichichi de la Liga BBVA, anotó el segundo tanto de los amarillos.

Minutos antes, Nauzet Alemán había adelantado al equipo insular. El canterano, en la actualidad en horas bajas y con un futuro incierto en la entidad insular, fue pieza clave para que la Unión Deportiva lograra el ascenso. Además de un fenomenal campeonato liguero, el del barrio de Las Mesas brilló con luz propia en la liguilla de ascenso. Su momento estelar fue en Anoeta. Nauzet, con el tiempo cumplido, anotó un espectacular tanto ante la Real Sociedad B que evitó la eliminación del equipo amarillo.

Tras la visita al Linares, todas las miradas se centraron en el partido de vuelta. Juanito, que asumió el cargo de entrenador tras la marcha de Josip Visnjic, alineó a los siguientes hombres para el trascendental enfrentamiento: Pindado, en la portería; una defensa formada por David García, Víctor Afonso, Ione y Juanma; un centro del campo con Nauzet Alemán, Aythami, Alberto y Aday y una delantera con Curro y Márquez.

Los jugadores locales se dejaron la piel sobre el terreno de juego con la intención de brindar una alegría a los miles de seguidores que simpatizan con el club amarillo. Todos aportaron su esfuerzo para que se lograra el objetivo. La conexión Nauzet-Márquez volvió a estar a la altura y fruto de dicho acoplamiento llegó el gol del triunfo.

Un centro medido del canterano, a poco de comenzar el segundo período, fue rematado de cabeza por quien ha sido bautizado por la afición como El Matador. 1-0 y delirio en las gradas.

Las Palmas aguantó bien el empuje del rival. Sin embargo, una invasión de campo de numerosos hinchas del cuadro amarillo antes de la finalización del encuentro pudo terminar con consecuencias graves.

Una señalización del árbitro castellano-leonés Francisco Llorente mal interpretada, tanto por jugadores como por aficionados, estuvo a punto de convertirse en un serio revés para la celebración, ya que durante muchos minutos se trabajó por parte del cuerpo de seguridad del Estadio de Gran Canaria para desalojar a las personas que habían saltado al terreno de juego. Se temió que el colegiado decidiera reanudar el choque, sin embargo, tras unos minutos de incertidumbre, pitó el final del encuentro ante algarabía general.

Tras la conclusión del partido, los futbolistas, cuerpo técnico y directivos se trasladaron hasta la Plaza de España, lugar de festejos de la Unión Deportiva, en una guagua que había preparado el ayuntamiento capitalino y, posteriormente, celebraron por todo lo alto el éxito conseguido sobre el escenario del Parque de Santa Catalina. Una fiesta que, un año después, muchos tienen grabada a fuego en su memoria.

Etiquetas
stats