Haynes: ''Quedan cinco partidos y hay que ganar dos''
Semana crucial la que afronta el Gran Canaria 2014, donde en cinco días puede escribir su devenir en la competición ACB. Cinco son los partidos que restan para acabar el campeonato, donde con once victorias, los amarillos necesitan embolsarse como mínimo dos triunfos para no tener que sufrir hasta el último partido.
Marquez Haynes se muestra optimista sobre las opciones de salvación, que pasan por los inmediatos choques. “Quedan cinco encuentros y hay que ganar dos. Tenemos la mentalidad de ganar todos los partidos, podemos hacerlo, pero siempre y cuando juguemos bien y demos lo máximo”, expresaba el escolta, optimista con el ambiente que reina en el vestuario.
La derrota en Madrid volvió a dar vida a Estudiantes, que ahora mismo marca la zona de descenso con 8 victorias (aunque tiene que disputar un partido atrasado frente a Lucentum Alicante), por lo que los grancanarios deben aprovechar la visita frente a otro rival directo como es el Blusens, que se encuentra con diez triunfos, un partido ganado menos que el Granca.
“La clave será jugar con paciencia, no tener prisa por cerrar el partido. Tenemos que estar relajados para mover bien el balón y acertar los tiros cómodos que habrá en el encuentro”, explicó el norteamericano, reconociendo que con mayor calma conseguirán sacar las cosas adelante, a diferencia de lo que ocurrió ante Estudiantes, “porque hubo momentos en los que estuvimos bastante tensos”.
Otra vía de escape
En el plano deportivo los amarillos deben tratar de hacer su trabajo para mantenerse en ACB, pero por alguna cuestión extradeportiva, los amarillos podrían tener más llano el camino de la salvación.
Esto pasa por el futuro del Lucentum Alicante, que en las últimas horas ha visto como la Diputación de Alicante, principal sustento del conjunto de baloncesto, retiraba su apoyo económico al club y se retiraba del consejo de administración. Hay una reunión prevista para el viernes 20, donde se sabrá si finalmente el equipo alicantino la disolución del órgano deportivo y sólo se quedaría libre una plaza para abandonar la ACB.