El presidente de la Federación de Fútbol de Las Palmas afirma que “Pedro Rocha no va a ser un hombre de paja de Luis Rubiales”

José Juan Arencibia, presidente de la Interinsular y de la Canaria

ACFI PRESS

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El presidente de la Federación de Fútbol de Las Palmas, José Juan Arencibia, lleva 14 meses en el cargo y acaba de vivir directamente todo el caso Rubiales, tan directamente que él estaba en Australia cuando ocurrieron los hechos. Durante la junta directiva convocada el pasado sábado por Luis Rubiales en la que anunció que no dimitiría, dos fueron los presidentes que le plantaron cara, el de la Federación Navarra, Rafael del Amo, y el propio Arencibia, que fue el único que basado en sus convicciones presentó su dimisión, aunque tiene claro que tras los cambios que se han producido si el presidente interino, Pedro Rocha, le invita a volver no tendrá ningún problema en aceptarlo.

¿Qué le ha parecido el nombramiento de Pedro Rocha como nuevo presidente cuando un día antes de lo ocurrido Luis Rubiales lo deja como vicepresidente único?¿Puede haber algo raro?

Yo tengo que decir que Pedro Rocha es un buen tío, un tío sensato. Él tiene 68 años, tiene sus negocios, es presidente de la Federación por aclamación, es un hombre honesto, aunque eso lo podían pensar de todos porque la mayoría lleva muchos años de presidente y el roce hace el cariño. Pedro no se va a prestar a nada de lo que pudiera intentar hacer cualquiera, no va a ser un hombre de paja de Luis (Rubiales). Se van a tomar decisiones y él muy honradamente sin esperarlo nada, primero exigió que todos y cada uno de los compañeros dijéramos que querían que fuera el presidente, no lo quería por mayoría, lo quería por unanimidad, eso también le honra. Y sé también que el Gobierno de España ha visto con buenos ojos que puede ser el hombre que pueda hacer esta pequeña transición. Además dijo muy claramente que aparte de caerle un buen marrón él no se va a presentar a reelección.

Teniendo en cuenta esa decisión de Rocha de no presentarse a la reelección, ¿daría algún nombre para sucederle?

Yo no puedo nombrar a ningún compañero, pero un flaco favor le haríamos a la sociedad futbolística si alguno de nosotros no fuera el presidente. Nosotros somos presidentes de territoriales que manejamos miles de licencias, y no se trata de manejar menos o más, sino se trata de que aquí, que hacemos un buen trabajo, por qué un compañero no lo va a poder hacer allí (en la RFEF). A mí me parece que venir un tercero, de fuera, que no tiene nada que ver con las territoriales, porque quien pone al presidente son las territoriales, porque de los 140 asamblearios que hay 20 son natos, 19 de las territoriales y el presidente, el resto son jugadores, entrenadores, clubes y árbitros. ¿Por qué tiene que venir alguien de fuera para que tu vayas a pedirle una cita o para que vayas a pedir algo para tí cuando los compañeros que están están preparados, nombrar a alguien para qué, para contentar a quien? Si se nombra a un compañero yo voy a muerte con él, eso sí, en las cosas importantes tenemos que estar todos, economía, deporte y en el tema institucional, enterarnos de todo porque la Federación mueve más de 400 millones de euros. Yo lo que me voy a negar es a que traigan un presidente de fuera, yo diré que se ponga mi nombre desde el principio para mostrar que yo no apoyo a nadie si lo traen de fuera, a mí me gusta decir las cosas una sola vez y mantenerla. Ahí hay presidentes, personas, muy preparados, que han ocupado puestos importantes y cualquiera puede ser presidente de la RFEF“.

En las últimas elecciones se postuló Iker Casillas para suceder a Rubiales, aunque al ver que los apoyos estaban con el entonces presidente optó por no presentarse. ¿Qué le parecería esa figura?

Para nada, yo no lo veo, es un tercero que vendría a hacer un trabajo que no tiene conocimiento sobre él, que no se ha mamado una Federación, que no ha sido algo de ningún estamento de ninguna Federación, ¿a qué viene, a ser una figura? No, hombre, todos los presidentes que tenemos ahí son figuras porque se dejan la vida, se dejan la piel en sus federaciones y tienen que convencer a mucha gente para que los vuelvan a elegir, y cualquiera tiene derecho a ser el presidente y nosotros a que lo apoyemos.

Los tres seleccionadores -fútbol masculino, fútbol femenino y fútbol sala- han sido muy cuestionados por sus aplausos a Rubiales durante la junta directiva. ¿Corren peligro en sus cargos?

Hay gente que pidió disculpas e hizo alguna carta y movimientos en contra de Luis, pero las cosas hay que hacerlas en el momento, no dejar pasar el tren, y yo creo que ahora mismo Jorge Vilda está más fuera que dentro. Es un tema complicado, hablamos de jugadoras y de un problema anterior también y sobre los otros entrenadores -de la masculina absoluta y de fútbol sala- todo eso está en la comisión deportiva, igual que otros cargos que pudieron venir con Luis. Nuestro presidente, Pedro Rocha, nos consultará para ver los cambios, porque cambios van a haber, eso está claro porque la gente nos lo ha pedido. Lo de Vilda yo creo que será inmediato, sólo hay que mirar dos o tres cosas de su contrato para tomar la decisión definitiva, pero yo ahora mismo diría que Jorge está fuera.

¿Por qué presentó su dimisión?

Yo dimití porque si estoy en una junta directiva de la RFEF y lo que le estoy diciendo al primer espada que me nombró es lo que pienso, no puedo estar dentro de la junta directiva. Si el presidente interino me quiere volver a nombrar, que me nombre, y si no pues solo iré a la reunión de presidentes, que por derecho lo tengo, porque en conciencia lo tengo que hacer. Si no me nombran directivo no volveré a ir a una junta directiva. No fue por un tema de valentía o no, la gente que me conoce sabe que yo no voy a callar nada y a decir lo que pienso, y si me equivoco pues pediré perdón. Yo no encontraba que fuera congruente decir lo que dije y no presentar mi dimisión“.

¿Cómo vivió todo lo ocurrido desde el día de la final hasta la pasada junta directiva?

Lo he vivido jodido, yo viajé a Australia, es verdad que durante el partido ni después sabía lo que había pasado, pero ya en el avión, en la parada de Doha, empecé a ver movimientos, que los asesores hablaban con él -Luis Rubiales-, luego ya al llegar a España me enteré de todo, de lo del palco, de lo de Jenni... Entonces yo ya tenía una idea clara de como enfocar este problema dentro de mi federación, para mí lo más importante son los valores y la conciencia de las personas. El martes se hizo una reunión de presidentes por parte de un grupo de independientes y ya les dije a los compañeros que no podíamos ponernos de frente a la realidad, que la realidad era una y que lo que podíamos pensar por la amistad o lo que fuera era otra. Es cierto que Luis -Rubiales- fue un gran presidente en lo económico y deportivo, gran parte del título es suyo por la apuesta que multiplicó los presupuestos, pero teníamos que tener claro que el problema lo había generado la persona, no la institución.

Entiendo que considera que Rubiales no debe continuar en el cargo

Todos los presidentes y cargos públicos tenemos una responsabilidad y tenemos que asumir las cosas, yo creo que la conducta fue indecorosa, por lo que sea, por la euforia..., no tenía que ser lo que se tenía que haber hecho, ni en el palco, en el tema de la mujer hay que ser inflexible, también tenemos esa ley en la RFEF y la tenemos que respetar.

Por último, ¿cómo fue su vivencia en la famosa junta directiva de la RFEF?

Viajé el día anterior y tenía claro lo que iba a hacer, cuando nos preguntó a todos si confiaban en él y si le iban a apoyar todos dijeron que sí, llegaron a Rafa del Amo que fue el que abrió la veda y dijo que no, que no lo apoyaba y pedía su dimisión, luego yo, que fui el último, le dije que sobre el tema de Australia no lo podía apoyar de ninguna manera, si se iba a pedir apoyo sobre eso, porque mi conciencia y mis valores no me lo permiten. Yo no aplaudí ni una sola vez y volví sin pensar que iba a tener la repercusión que ha tenido. Pero todavían queda por hacer grandes cambios.

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