0

Coalición Canaria ha salido en tromba este jueves para hacer ruido con la reciente candidatura de Las Palmas de Gran Canaria para albergar algunas de las principales reuniones que se organizarán en el segundo semestre de 2023 cuando España asuma la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. El partido nacionalista y sus caras más visibles se agarran una vez más al manidísimo pleito insular para decir que esto es poco menos que un ataque a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y a todos los tinerfeños porque no se ha incluido como candidata a la capital tinerfeña, esa ciudad que tiene el dudoso honor de ser la ciudad española con más vestigios franquistas de todo el país, la misma cuyo ayuntamiento, dirigido por José Manuel Bermúdez, se niega a retirar el monumento a Franco y decenas de recuerdos de aquella etapa antidemocrática del siglo pasado.

¿Alguien puede imaginarse que en pleno siglo XXI se organice una reunión al más alto nivel de instituciones de la Unión Europea en una ciudad que sigue luciendo más de 70 recuerdos y honores a una dictadura fascista y sus protagonistas? Y no solo que los muestra, sino que se niega reiteradamente a retirarlos pese a lo que manda la Ley de Memoria Histórica. ¡Que incluso se ha llegado a proponer desde el Ayuntamiento que se le dé un uso turístico a la estatua... Si hasta han recurrido el catálogo de vestigios franquistas y han pedido que se restituyan los pocos que se han retirado de la vía pública!

No, no es el pleito insular el que aparta a Santa Cruz de Tenerife de esas importantes citas políticas, ni es el Gobierno de Canarias por estar presidido por alguien de Gran Canaria, ni es el universo el que hace que Santa Cruz esté cada día más sucio. Hay que mirar a su Ayuntamiento, a su grupo de Gobierno y pedirles a ellos responsabilidades. Puede que los vestigios no hayan influido en nada en la decisión, pero tampoco ayudan a situar a esta ciudad a la vanguardia de nada.

Si se niegan a retirar los vestigios franquistas, la Europa del siglo XXI le da la espalda a esta ciudad. Así de sencillo. Y esta estrategia de ruido, todos a la vez, con la banderita del pleito con Gran Canaria hace mucho que no cuela y a nadie arrastra. Será el calor... o que las elecciones están ya a la vista.