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Salvapatrias y patrioteros

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Los patriotas de hojalata están tirando voladores por lo que consideran un desplante del rey de Marruecos al presidente del Gobierno de España. Ya se sabe cómo son los patriotas de hojalata, que se frotan las manos cada vez que un gobierno progresista tiene algún contratiempo.

Mohamed VI está fuera de su país y es físicamente imposible que pueda recibir a ningún mandatario de manera presencial en Rabat. Esos supuestos desplantes no son nuevos en el rey de Marruecos. Ya lo hizo con el propio rey de España en 2018, y no solo con Felipe VI, sino también con los presidentes de Rusia y Turquía o el secretario de Estado de Estados Unidos. De esto no dice nada la carcundia hispano carpetovetónica. Son así de patrioteros. Son tan necios que equiparan al presidente del Gobierno de España con el rey. 

Es lo que le decía Cristóbal Montoro a Ana Oramas cuando el PP estaba en la oposición a Zapatero: “Déjalos que se estrellen, que ya vendremos nosotros a salvar a todos”. Los salvapatrias suelen ser muy parecidos a los patriotas de hojalata, que de patriotas tienen lo que yo de monje budista. 

Los patriotas de hojalata de la oposición valoran más los formalismos que los contenidos. A ellos les importa un carajo que la reunión entre los gobiernos de España y Marruecos sea un éxito o se llegue a acuerdos beneficiosos para los españoles y los marroquíes. 

A ellos lo único que les importa es si el rey sátrapa recibe o no a Pedro Sánchez. Ellos se quedan con el continente y no con el contenido, con la forma y no con el fondo. Ellos son más de moldes que de chicha, más de aparentar que de ser o de hacer. Gente de orden y a la orden del argumentario de cada día. 

El caso es que la reunión de alto nivel en Rabat de los dos gobiernos ha estado presidida por sus respectivos presidentes, que han convocado a una pila abundante de ministros para llegar a acuerdos trascendentales para las dos partes. 

Pero eso es lo de menos para los patriotas de hojalata porque para ellos lo importante es que Mohamed VI no haya recibido a Pedro Sánchez, tratando de equiparar al rey marroquí, que es jefe de Estado, con el presidente del Gobierno de España, en vez de hacerlo con su homólogo, el monarca Felipe VI. 

Lo más curioso es que en ningún momento se había anunciado una audiencia entre el rey de Marruecos y el presidente del Gobierno de España pero toda la derecha política y mediática se ha tirado a la yugular de Pedro Sánchez, afirmando nada menos que Mohamed VI había humillado al presidente español. A España no, claro está, porque España es una gran patria y una gran nación. La humillación ha sido exclusiva a Pedro Sánchez, como si Pedro Sánchez no fuera el presidente del Gobierno de España sino un tipo que pasaba por allí y se acercó al Palacio Real para paliquear un rato con sus moradores. 

La derecha radical española es capaz de encontrar un problema y un contratiempo a cualquiera acontecimiento protagonizado por Pedro Sánchez. Los reaccionarios carcamales están obsesionados con él. Les molesta que España tenga un presidente del Gobierno políglota y doctor. Por eso los ignorantes hacen mofa del ilustrado: porque siguen queriendo una España profunda en blanco y negro. 

Dicho todo esto, estoy en desacuerdo con la nueva política del Gobierno de España con respecto a Marruecos y al Sáhara. Lo cortés no quita lo valiente. Se puede y se debe ser crítico con un gobernante. Lo que no se puede ni se debe es ser un zoquete y hacer el ridículo cada día. 

Los patriotas de hojalata están tirando voladores por lo que consideran un desplante del rey de Marruecos al presidente del Gobierno de España. Ya se sabe cómo son los patriotas de hojalata, que se frotan las manos cada vez que un gobierno progresista tiene algún contratiempo.

Mohamed VI está fuera de su país y es físicamente imposible que pueda recibir a ningún mandatario de manera presencial en Rabat. Esos supuestos desplantes no son nuevos en el rey de Marruecos. Ya lo hizo con el propio rey de España en 2018, y no solo con Felipe VI, sino también con los presidentes de Rusia y Turquía o el secretario de Estado de Estados Unidos. De esto no dice nada la carcundia hispano carpetovetónica. Son así de patrioteros. Son tan necios que equiparan al presidente del Gobierno de España con el rey.