De Soria a García Panasco

La Asociación Profesional e Independiente de Fiscales presidida por el Fiscal del Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, Salvador Viada Bardají, se reunirá el miércoles día 30 para dirimir y analizar el posible cese o dimisión del Fiscal Jefe de Las Palmas, Guillermo García-Panasco Morales por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que considero se vulneraron los derechos fundamentales de la jueza en excedencia y diputada de Podemos, Victoria Rosell. La APIF está presidida por Salvador Viada Bardají, un profesional jurista de gran prestigio que ha actuado como fiscal en las fiscalías de Barcelona,  Sevilla, Granada, Madrid y en Anticorrupción, y fue contratado además por el Tribunal Penal Internacional de La Haya en donde estuvo tres años, y actualmente trabaja en el Tribunal Supremo. Asimismo ha sido profesor asociado de Derecho Procesal y Derecho Penal en la Universidad Complutense.

Según entiende la APIF, la Fiscalía vulneró los derechos fundamentales de Rosell por iniciar un proceso de investigación sobre una infracción disciplinaria de una juez que se presentaba a las elecciones generales como candidata realizada en plena campaña electoral con el perjuicio consiguiente para la jueza en excedencia, y por todo esto, unido al fallo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias favorable a Victoria Rosell, la APIF va a solicitar la dimisión de Guillermo García-Panasco Morales como un ejercicio de responsabilidad por los errores cometidos, o que se adopten las medidas necesarias para disponer su cese. La APIF por último considera que lo ocurrido en Las Palmas impacta en la percepción de neutralidad política de la Fiscalía por los ciudadanos, se trata de una vulneración de derechos fundamentales responsabilidad del Fiscal Jefe, Guillermo García- Panasco Morales, por lo que pide su dimisión.

Con toda esta merde, que diría mi colega Letizia Ortíz, Victoria Rosell fue muy clarificadora desde que surgió todo este entramado desde el triángulo Soria, Panasco, y la fiscal Evangelina Rios, y acusó a Soria de utilizar una institución del Estado, en este caso la Fiscalía Provincial de Las Palmas para intentar que se imputara en falso a una adversaria política en plena campaña electoral, y acusó a Panasco que la Fiscalía tiene demasiadas conexiones políticas. Victoria Rosell recordó que desde la imputación a la mujer de Panasco, Lourdes Quesada, cuando era secretaria general del Servicio Canario de Salud en el caso Lifeblood, la polémica adjudicación del servicio de hemodíalisis de la Consejería de Sanidad, “intentamos no cruzarnos mucho por el bien de los ciudadanos”, afirmó Rosell irónicamente, y señalado a la fiscal Evangelina Ríos como la que hizo la apertura de diligencias a petición de Panasco. El enfrentamiento con Ríos se produjo como consecuencia de una queja de la fiscal por el supuesto retraso injustificado en una causa que investigaban a Miguel Ángel Ramírez, de la que salió absuelto.

En todo este proceso en donde ha habido tanta merde, también cabe consignar el ridículo espantoso cometido por el abogado Eligio Hernández, exfiscal ilegal del Estado en el Gobierno de Felipe González que asumió el trámite de la denuncia de Soria, y que dijo de Rosell que era una “inquisidora profesional”, afirmando además despreciativamente “quién le ha dicho a esta muchacha que vale para la política”. Dios los cría y ellos se juntan. De momento el miércoles 30 de marzo la Asociación Profesional e Independientes de Fiscales (APIF) le puede dar un buen coscorrón profesional a Guillermo García- Panasco Morales.