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Accidentada expedición a El Hierro

Menos mal que sólo eran diez los empresarios de Gran Canaria que querían ir a la isla de El Hierro en misión comercial, que si llegan a ser más se colapsa el tráfico aéreo interinsular. Se concentraron todos ellos este viernes en el aeropuerto de Gran Canaria, y entre bromas y veras, risas y chácharas, llegó la hora del embarque a Tenerife-Norte y se quedaron siete en tierra. Cuando se dieron cuenta del despiste (vieron el avión en el aire) corrieron a arreglarlo a Islas Airways, que tenía un vuelo casi de inmediato. La mala fortuna quiso que la impresora de billetes se estropeara en el preciso instante en que extendían los pasajes de los siete retrasados, lo que provocó una demora de media hora en la salida del vuelo. Total que, al final, volaron con un billete virtual, el que se proporciona de palabra, porque no hubo manera de ponerlo negro sobre blanco.

Menos mal que sólo eran diez los empresarios de Gran Canaria que querían ir a la isla de El Hierro en misión comercial, que si llegan a ser más se colapsa el tráfico aéreo interinsular. Se concentraron todos ellos este viernes en el aeropuerto de Gran Canaria, y entre bromas y veras, risas y chácharas, llegó la hora del embarque a Tenerife-Norte y se quedaron siete en tierra. Cuando se dieron cuenta del despiste (vieron el avión en el aire) corrieron a arreglarlo a Islas Airways, que tenía un vuelo casi de inmediato. La mala fortuna quiso que la impresora de billetes se estropeara en el preciso instante en que extendían los pasajes de los siete retrasados, lo que provocó una demora de media hora en la salida del vuelo. Total que, al final, volaron con un billete virtual, el que se proporciona de palabra, porque no hubo manera de ponerlo negro sobre blanco.