Ahora los trabajadores de Promotur

En el Parlamento de Canarias conocían de sobra lo que se cocía en torno a la reducción de ventajas sociales y laborales para los trabajadores del sector público canario, acometida tras las medidas de reducción del gasto y el déficit públicos. Nadie en la Cámara podrá jamás alegar ignorancia porque entre aquellas paredes de Teobaldo Power se viene debatiendo sobre privilegios, enchufes y descaros en la Comunidad Autónoma desde antes de que estallara esta puñetera crisis económica. Por lo tanto, poco creíble resulta ahora que sus señorías estén inquietas buscando la forma de desandar las ventajas y prebendas otorgadas a los funcionarios del Parlamento, las que este periódico adelantó con bastante antelación y maldito el caso que nos hicieron. Ahora nos aprestamos a adelantarles otra situación de privilegio, la que tienen los trabajadores de Promotur, la empresa pública dependiente de Turismo, que acaba de firmar un convenio colectivo negociado en la etapa de la inigualable Rita Martín. Agárrense que vienen curvas.

En el Parlamento de Canarias conocían de sobra lo que se cocía en torno a la reducción de ventajas sociales y laborales para los trabajadores del sector público canario, acometida tras las medidas de reducción del gasto y el déficit públicos. Nadie en la Cámara podrá jamás alegar ignorancia porque entre aquellas paredes de Teobaldo Power se viene debatiendo sobre privilegios, enchufes y descaros en la Comunidad Autónoma desde antes de que estallara esta puñetera crisis económica. Por lo tanto, poco creíble resulta ahora que sus señorías estén inquietas buscando la forma de desandar las ventajas y prebendas otorgadas a los funcionarios del Parlamento, las que este periódico adelantó con bastante antelación y maldito el caso que nos hicieron. Ahora nos aprestamos a adelantarles otra situación de privilegio, la que tienen los trabajadores de Promotur, la empresa pública dependiente de Turismo, que acaba de firmar un convenio colectivo negociado en la etapa de la inigualable Rita Martín. Agárrense que vienen curvas.