Tenían toda la razón del mundo aquéllos que en su día auparon a la Presidencia de la Cámara de Comercio de Las Palmas a José Miguel Suárez Gil. Decían los mentores del líder de la vía plateada, que de no existir, habría que inventarlo. Cierto, decimos nosotros también, pero por motivos bien distintos. Nosotros no valoramos en él su capacidad organizativa, ni su buena disposición para crear asociaciones o empresas que aparezcan de repente, por ejemplo, en Cabo Verde. De Suárez Gil hay que elogiar sus sesudos análisis de la actualidad político-económica que nos circunda. Estos últimos días nos ha sorprendido gratamente analizando el todo incluido en el sector hotelero canario y la composición del Gobierno de Canarias atendiendo a la procedencia geográfica de sus miembros. No se lo pierdan.