Después de la reunión, cuando empezaron a correr el buen vino y las buenas viandas que en el norte se sirven con generosidad, Palero fue mucho más comunicativo con las personas que tenía a su lado. Uno de ellos se atrevió incluso a preguntarle por el feo asunto ese del que se le acusa, es decir, una subvencioncilla de nada de la que nadie (o muy pocos) conocen su destino final. El coordinador de pymes, hoy coordinador de consejeros, restó importancia al asunto y dijo que si se lo están reclamando desde la consejería es porque cumplen con su obligación de modo rutinario. Pero nada más. Para rematar la naturalidad del procedimiento, recordó a sus interlocutores que él, Mauricio y Aurelio Ayala son conocidos como el tres en uno, de pura santísima trinidad que aparentan. Pues será.