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Famoso cóctel de Nogal Metal

El cóctel de Nogal Metal, esa empresa de muebles de oficina que dirige con suma eficacia Manuel Marrero, es cita obligada de la ciudadanía de Gran Canaria cada 31 de diciembre. Para que lo comprendan, es algo así como la maratón de San Silvestre, sólo que con inscripción limitada por el aforo y el acojono de cada momento. Este año había demasiada gente, según unos, o sobraba gente, según otros. El Moët Chandon dio paso al Pommery, y el jamón de Jabugo a un espléndido catering. Predominaba todavía el Partido Popular en lo que a gente de la política se refiere. Interesante el aparte de José Manuel Soria con Román Rodríguez, que vino a ser lo más comentado de la jornada. Duró casi veinte minutos, demasiados para imaginar a don José Manuel decirle en la cara “radical e impresentable” a Román, o a éste recriminarle que se dedica demasiado a los negocios. A lo mejor estaban consorciando un seguro antimauricio, por la que se les viene encima a ambos en este 2005, año en el que se barrunta que el camarada consejero les reunirá para cantarles, en plan ranchera, los mismos versos que repitieron al unísono este 31 los congregados en la Puerta del Sol a los presentadores de TVE. Eso que rima con piedra.

El cóctel de Nogal Metal, esa empresa de muebles de oficina que dirige con suma eficacia Manuel Marrero, es cita obligada de la ciudadanía de Gran Canaria cada 31 de diciembre. Para que lo comprendan, es algo así como la maratón de San Silvestre, sólo que con inscripción limitada por el aforo y el acojono de cada momento. Este año había demasiada gente, según unos, o sobraba gente, según otros. El Moët Chandon dio paso al Pommery, y el jamón de Jabugo a un espléndido catering. Predominaba todavía el Partido Popular en lo que a gente de la política se refiere. Interesante el aparte de José Manuel Soria con Román Rodríguez, que vino a ser lo más comentado de la jornada. Duró casi veinte minutos, demasiados para imaginar a don José Manuel decirle en la cara “radical e impresentable” a Román, o a éste recriminarle que se dedica demasiado a los negocios. A lo mejor estaban consorciando un seguro antimauricio, por la que se les viene encima a ambos en este 2005, año en el que se barrunta que el camarada consejero les reunirá para cantarles, en plan ranchera, los mismos versos que repitieron al unísono este 31 los congregados en la Puerta del Sol a los presentadores de TVE. Eso que rima con piedra.