“Televisión Canaria es la tele del Gobierno”. Y lo repitió segundos después el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, contestando a una pregunta de dos periodistas en Radio Faycán. La respuesta se produjo en un contexto en el que ambos periodistas le reprochaban que, a diferencia de otros gobiernos nacionalistas sin lengua oficial, Canarias no tuviera una televisión propia que defienda sus valores como pueblo.
“Es la tele del Gobierno de Canarias”, insistió Clavijo, en plena tensión con los trabajadores de la empresa pública de Radio Televisión Canaria (RTVC), que señalan a la nueva Ley del Sector Público Audiovisual como un instrumento del actual Ejecutivo de Coalición Canaria y el Partido Popular para “abrir la puerta a la privatización”, particularmente a los servicios informativos de la televisión.
El proceso parece haberse acelerado desde que el Gobierno designó a un comisario político camuflado con el cargo de director de Medios y Contenidos del grupo RTVC mediante un procedimiento abierto al que solo se presentó una persona, César Toledo. Tras su nombramiento comenzó el terremoto con la dimisión del director de Informativos, Paco Luis Quintana, que acto seguido fue apartado de la presentación de la primera edición del Telenoticias.
Además de puentear a la administradora general del ente público, María Méndez, nombrada por el actual gobierno, la creación de este cargo y el nombramiento de su titular mostraba muy a las claras que el presidente del Gobierno, en cuyo despacho y en cuyo entorno está residenciada la dirección de RTVC, no está satisfecho con su gestión o que sabe que Méndez no está dispuesta a apechugar con nuevas directrices que supongan volver a un diseño de los medios de titularidad pública que los coloquen en manos de productoras privadas vinculadas a importantes medios de comunicación que operan en el Archipiélago.
La plantilla de Radio Televisión Canaria considera que el instrumento legal que se va a utilizar para tales fines es la Ley de Ordenación del Sector Público Audiovisual de Canarias, actualmente en fase de anteproyecto porque “abre la puerta a una privatización encubierta de servicios esenciales como los informativos, la Radio Autonómica Canaria y otros departamentos estratégicos financiados íntegramente con fondos públicos”.
Clavijo, en su entrevista en Radio Faycán trató de desmontar estos argumentos caricaturizándolos: “Si hay que contratar un taxi para trasladar a un invitado a una tertulia, no vas a crear una central de taxis pública, o ”si hay que contratar a un securita…“, añadió a continuación con sorna.
A pregunta de los entrevistadores de Radio Faycán, el presidente canario rechazó una posibilidad que no está en discusión: la de convertir a los trabajadores y trabajadoras en personal laboral de la Comunidad Autónoma de Canarias. En realidad, la actual plantilla de Televisión Canaria, formada por unas 450 personas, pertenece a una empresa pública, una sociedad mercantil llamada Televisión Pública de Canarias, S.A., condición que adquirieron cuando se disolvió el anterior modelo por el que los servicios los prestaba una mercantil privada, Videoreport, precisamente para erradicar el modelo que ahora los trabajadores ven echarse encima de nuevo. Los representantes laborales no han puesto sobre la mesa esa exigencia de pasar a ser personal laboral de la Comunidad Autónoma.
Nada dijo de otros temores que genera entre la plantilla el anteproyecto de ley, como, precisamente, que la privatización no garantice la continuidad de todos los que la forman, o la falta de protección en la que quedaría el Consejo de Informativos, “órgano fundamental para salvaguardar la objetividad y pluralidad informativa” que los trabajadores quieren generar en su afán por adoptar el modelo que rige en RTVE, con un consejo elegido por y entre las personas profesionales de la casa, “y no por intereses políticos”.
Después de un cuarto de siglo de historia y de cosechar reconocimientos como el Premio Ondas para los servicios informativos por la cobertura de la erupción de La Palma, el regreso de Clavijo a la presidencia del Gobierno, en julio de 2023, ha significado para la Televisión Canaria un nuevo retroceso. Con apenas programación propia, es superada en audiencia casi todos los meses por Televisión Española. Su empeño en dirigir la televisión personalmente le condujo a imponerlo en las negociaciones con el Partido Popular, que no tiene ni voz ni voto en todas estas acciones que promueve personalmente el presidente canario con su núcleo duro de presidencia del Gobierno y de Coalición Canaria.
Respaldo de RTVE y EITB
Este mismo jueves la plantilla de Televisión Canaria recibió el respaldo de otras dos cadenas públicas: el Comité Intercentros de Radio Televisión Española y el Comité de Empresa de la Radio Televisión Pública Vasca.
Los representantes laborales de RTVE acordaron por unanimidad en el comité intercentros “apoyar las movilizaciones por el Comité Intercentros de la Televisión Canaria y sus trabajadoras y trabajadores en contra de la posible externalización de los informativos o de la totalidad de la actividad de la Televisión Canaria”.