Es verdaderamente llamativo comprobar la capacidad presupuestaria que tiene este hombre, don Angulo. Hace algo así como año y medio le escuchamos en un pleno del Cabildo jurar por la cobertura de su móvil que con aquella modificación presupuestaria, “el estadio queda acabado hasta en la última unidad de obra”. Incluía entonces en esa nueva partida hasta la fibra óptica. Luego vendrían las butacas, las pistas de atletismo, el terreno de juego... de los que se había olvidado, como ser humano que es. Pero si a esos olvidos añadimos los detectados este viernes, mucho nos tememos que habrá más cosas, como por ejemplo, las pesas para las salas de musculación o los focos, que se sumarán a los alrededor de 14.000 millones de pesetas de las de antes que nos viene costando la broma. Menos mal que su partido sigue contando con él para otros destinos, porque no merecemos perdernos un gestor de los dineros públicos tan brillante.