Gran movida la de este miércoles en los ambientes político-empresariales-periodísticos alrededor de las noticias que emanaban de la nueva composición del consejo de administración de La Caja. A la inmensa mayoría del común, poco ducha en el análisis post 14-M (y lo que te rondaré, morena), sorprendió que la nueva sociedad formada por el PSC e Ican (sector Carmelo-Román) haya podido hacerse con el control de ese órgano, pretendidamente mauriciano-soriano. Nos consta que este último equipillo, el deshonrado por la derrota, no se conforma con ella, y ya ha empezado a estudiar concienzudamente el perfil personal, familiar, profesional, crediticio y ultraliberal de tres impositores susceptibles de ser tocados por la muy ambiciosa mano de la diosa fortuna.