Debemos corregir algunas afirmaciones vertidas en esta sección hace unos días. Concretamente las referidas al futuro profesional que aguarda al concejal tránsfuga en funciones por antonomasia, Juan Francisco Ramírez. Ya saben que se presentó a estas elecciones por un nuevo partido que se inventó con unos amiguetes y con el que obtuvo la friolera de 175 votos, o así. Les decíamos que Jaime Bouzón, que siempre ha admirado la trayectoria de Ramírez, estaría dispuesto a meterlo en la organización municipal en forma de gerente o asesor. Pero no, ahora sabemos que Marco Aurelio no lo quiere ver ni en pintura porque esos 175 votos le hubieran venido de rechupete al alcalde para alcanzar la mayoría absoluta y evitarse tanto desconfort. Pero, recordemos: Bouzón trató de incorporar a Ramírez a las listas del PP, y fue el alcalde el que se negó sistemáticamente. Dicen que si Bouzón quiere quedar bien con el tránsfuga, tendrá que nombrarlo director de Fecao, o algo por el estilo.