Todos contra el juzgado

La asamblea vecinal con concejal, consejero y alcaldesa tuvo momentos de auténtica calentura, como cuando un par de vecinos críticos con el PP osaron discrepar de la mayoría. Sencillamente fueron abucheados y privados en ocasiones del uso de la palabra. Al final se debatieron varias alternativas “de lucha”, como plantarse los más viejos del lugar con sus sillas de playa en medio del césped del estadio, ahí, en plan protestón. Finalmente ganó el acuerdo oficialista, consistente en preparar un escrito (los dirigentes del PP llevaban incluso un abogado) para presentarlo en el juzgado en plan protesta por la suspensión cautelar de la demolición decretada por Soria. No vimos a ningún abogado, a ningún concejal y mucho menos a ninguna alcaldesa organizar una asamblea para protestar por la desaparición de la biblioteca pública del edificio Woermann. Una pena, pero es lo que tenemos.

La asamblea vecinal con concejal, consejero y alcaldesa tuvo momentos de auténtica calentura, como cuando un par de vecinos críticos con el PP osaron discrepar de la mayoría. Sencillamente fueron abucheados y privados en ocasiones del uso de la palabra. Al final se debatieron varias alternativas “de lucha”, como plantarse los más viejos del lugar con sus sillas de playa en medio del césped del estadio, ahí, en plan protestón. Finalmente ganó el acuerdo oficialista, consistente en preparar un escrito (los dirigentes del PP llevaban incluso un abogado) para presentarlo en el juzgado en plan protesta por la suspensión cautelar de la demolición decretada por Soria. No vimos a ningún abogado, a ningún concejal y mucho menos a ninguna alcaldesa organizar una asamblea para protestar por la desaparición de la biblioteca pública del edificio Woermann. Una pena, pero es lo que tenemos.