Mientras cierra todos esos flecos, se reúne la Comisión Ejecutiva Regional y se ponen en marcha los plazos estatutarios, Juan Fernando López Aguilar ha puesto su primera condición: nada de destituirme en la crisis de Montilla, la que Zapatero hará en septiembre para dar salida al ministro de Industria, candidato a presidente de la Generalitat. El canario y el PSC saben que no es lo mismo ser ministro del Reino que diputado de a pie; que no es lo mismo salir en el Telediario nacional que en el Telecanarias; que no es lo mismo enfrentarse a Adán y a Soria que a Imaz o a Zaplana... Saben que el PP pondrá el grito en el cielo, pero será entonces cuando le recuerden los casos de Piqué y Mayor Oreja, candidatos a Cataluña y Euskadi, respectivamente, que apuraron hasta el momento mismo en que se convocaron las autonómicas. Enero parece que será el mes del traslado. Mientras tanto, Canarias seguirá teniendo ministro en Madrid.