La campaña de autobombo que ha iniciado Rita Martín estas últimas semanas incluye, por supuesto, apartar del camino de posibles personajes que eclipsen su brillante trayectoria o puedan optar a sustituirla. La primera víctima ha sido la viceconsejera de Turismo, María del Carmen Hernández Bento, a la que lleva sometida a ninguneo desde hace un tiempo ya. A numerosos desplantes que incluyen no aparecer en comparecencias ante la prensa, Rita ha sumado la prohibición expresa de que la viceconsejera acuda a la feria turística de Londres, la World Travel Market. La excusa perfecta ha sido la reducción de gastos que la consejera ha denominado “suntuarios”, lo que tiene sumido a Bento en un cabreo sordo. La viceconsejera ha intentado montarse su viaje por su cuenta, pero la prohibición es tan expresa que ha acabado por desistir.