Un cartel colocado en las dependencias de la Policía Nacional de Maspalomas fue el responsable de que durante todo este lunes corriera un desafortunado rumor por toda la isla: la comisaría había sido cerrada al detectarse un brote de sarna. Todo falso. La Policía desmintió a mediodía la existencia de ese brote y lo situó todo en un mal ententido provocado por el cartel, que anunciaba la anual desinsectación de las instalaciones, con el consiguiente traslado de detenidos y policías. Sí está confirmado que un inmigrante detenido días pasados padecía sarna, pero ni se produjo contagio alguno y mucho menos provocó una epidemia. Una mala noticia para los defensores del blindaje de nuestras fronteras, a los que les habría venido de rechupete una sarna, que con gusto -es sabido- no pica.