Si sabe leer, que lea a Eloy Martín

Ahora que se celebrará en breve el viaje de Paulino Rivero a Marruecos y que al alcalde Isaac Valencia se le ha ido el baifo hasta Casablanca conviene acudir a las librerías y bibliotecas para leer un excelente trabajo del profesor Eloy Martín Corrales titulado La imagen del magrebí en España. Una perspectiva histórica. Siglos XVI-XX, quizás el más completo y documentado que se ha escrito en los últimos 30 años. El texto reproduce portadas de libros y revistas, chistes en los periódicos, viñetas de humoristas, fotografías, carteles, pósters... para describir la evolución del moro bueno, hospitalario, rico, generoso, sensible y culto (un émulo de lo que algunos ven en el Rey Fahd en Marbella) a moro malo, traicionero, sucio, vago y desalmado. Y en una de las viñetas se reproduce la portada de la revista satírica El Jueves que inventa a un arabe readaptando la célebre frase de Tarradellas cuando llegó del exilio a Cataluña (1978), que Isaac Valencia reproduce 30 años después ¡no renuevan ni los chistes!

Ahora que se celebrará en breve el viaje de Paulino Rivero a Marruecos y que al alcalde Isaac Valencia se le ha ido el baifo hasta Casablanca conviene acudir a las librerías y bibliotecas para leer un excelente trabajo del profesor Eloy Martín Corrales titulado La imagen del magrebí en España. Una perspectiva histórica. Siglos XVI-XX, quizás el más completo y documentado que se ha escrito en los últimos 30 años. El texto reproduce portadas de libros y revistas, chistes en los periódicos, viñetas de humoristas, fotografías, carteles, pósters... para describir la evolución del moro bueno, hospitalario, rico, generoso, sensible y culto (un émulo de lo que algunos ven en el Rey Fahd en Marbella) a moro malo, traicionero, sucio, vago y desalmado. Y en una de las viñetas se reproduce la portada de la revista satírica El Jueves que inventa a un arabe readaptando la célebre frase de Tarradellas cuando llegó del exilio a Cataluña (1978), que Isaac Valencia reproduce 30 años después ¡no renuevan ni los chistes!