Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

ENTREVISTA GOOD FELLOWS Ky (Finlandia)

Hace treinta años Good Fellows abrió sus puertas. ¿Por qué decidió abrir una librería especializada en cómics, en vez de una floristería, un restaurante o una lavandería?

Decidí abrir la tienda de camino hacia Florida. Estaba conduciendo y hablando con mi tío acerca de ello. Por esas dadas estaba trabajando en una librería especializada en cómic, por lo que me pareció una buena idea. A la vuelta, ya en Finlandia, tardé cuatro meses en abrir mi negocio.

¿Cómo era el mercado hace treinta años? ¿Cómo eran los clientes? ¿Echa algo de menos?

Al principio era más compra-venta de comics finlandeses, pero luego el mercado cambió y, de repente, nos vimos yendo a aduanas, pagando las tasas aduaneras para conseguir los cómics venidos de los Estados Unidos de América. Los clientes eran más como si fueran amigos de uno, pues siempre tenían tiempo para hablar y se interesaban por lo que iba a salir o ya estaba a la venta. Echo de menos la simplicidad de esos días.

¿Cómo describiría el mercado hoy en día?

Hoy en día hay muchas tiendas en Internet, que están quitando clientes a las tiendas físicas. Todo es debido a los gastos, pues tener una tienda online resulta muchísimo más fácil y asequible que montar un establecimiento. Además, la gente ahora es diferente, todo tipo de entretenimiento compite entre si para conseguir seguidores, las personas tienen el tiempo justo y, también, el dinero.

¿Cree que los cómics físicos desaparecerán y solo se podrán adquirir en formato electrónico, salvo las ediciones, carísimas, para coleccionistas?

Creo que los cómics se quedarán como están hoy en día. Es más, no me puedo imaginar leer mis cómics de ninguna otra manera. Seguro que el tiempo me dirá cuán equivocado estoy. De lo que sí que estoy convencido es de que las tiendas de cómics están despareciendo por culpa de las tiendas online.

Good Fellows ofrece a quien quiera que entre, la posibilidad de ver artículos de los años 80, 90 y del siglo XXI. ¿Considera que es uno de los mayores atractivos de Good Fellows?

Puede ser… Otra cosa es ese viejo dueño, de los años 60, que pulula por la tienda.

¿Los cómics son una de las primeras puertas en el aprendizaje de la lectura, y de leer por gusto?

Aprendí a leer a través de cómics, por lo que sí que creo que es verdad.

¿Deberían ir los padres con sus hijos a las tiendas de comics para que los pequeños se conviertan en ávidos lectores?

Sí, y me encanta cuando veo que los padres y sus hijos hojean comics juntos.

Para alguien que venga a Helsinki, ¿qué ofrece su tienda que, desgraciadamente, ya no es posible encontrar en otras partes?

Esta pregunta es difícil de responder, pero creo que diría que es el ambiente que hay dentro de Good Fellows. Aquí no hay prisas y el tiempo parece que se estanca. Además de eso está el “cascarrabias” del dueño, pero a él le gusta hablar de muchos temas, no solo de cómics.

¿Cómo le gustaría que la gente recordara Good Fellows, si éste fuera su último año abierta?

Good Fellows K y forma parte de la historia de la cultura popular de Finlandia, dentro de su propio sector.

¿Cómo quiero que sea recordada? Bueno, la gente recuerda lo que le gusta. Algunos dirán que es bueno que desaparezca. Otros la echarán de menos.

En cuanto a mí respecta, fue una parte muy importante de mi vida y me alegro haberla abierto en 1985. Me aportó muchísimo, pero las cosas nunca fueron fáciles. Trabajé muchas horas, pero conseguí una especie de libertad a la vez. Si pudiera volver atrás en el tiempo volvería a hacer exactamente lo mismo. No me arrepiento de nada.

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016

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Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

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