El Madrid vuelve a golear y ya está en semifinales

Sin sorpresas en el Bernabéu. El Real Madrid ha certificado su pase a las semifinales de la Champions League con una nueva goleada ante un Apoel Nicosia que desapareció en la primera parte y tuvo dos arrancadas en la segunda para maquillar la eliminatoria. Cristiano en dos ocasiones, Kaká, Callejón y Di María fueron los artífices de los tantos blancos, dejando el global en un contundente 8-2 para los de Mourinho.

Ya se veía venir desde que el balón comenzase a rodar. Entre Higuaín, Cristiano en dos ocasiones y hasta Altintop causaban estragos en el área chipriota con cuatro ocasiones de gol antes de que se cumpliera el minuto 11 del encuentro. El asedio blanco propiciaba el nerviosismo en el área visitante, quedando patente en la figura de Urko Pardo. El guardameta del Apoel rozaba la cantada histórica al escurrírsele un balón sin dificultad aparente, pero, para su alivio, ningún delantero madridista pudo cazar el esférico.

Después de tanto aviso, no podía tardar en abrirse la lata. Marcelo se sacaba de la manga un centro de rosca endiablada para que Cristiano, completamente libre de marca, hiciera el primero de la tarde para sentenciar aún mas si cabe su lugar al lado del Bayern en las semifinales de la Champions. A partid de ahí, coser y cantar.

Con una posesión blanca de más del 70 por ciento, los de Mourinho hacían y deshacían a su antojo, ante un Apoel consciente de que había finalizado su aplaudible andadura en la máxima competición de clubes europea. Kaká probaba suerte desde el pico del área con esa rosca que tantas alegrías ha dado, pero no fijó bien el punto de mira y el esférico acabó en la grada. Le dejaron calibrar y no volvió a fallar. Desde una posición idéntica a la anterior, ponía en la escuadra el segundo de la contienda ante la espectacular pero inútil estirada del cancerbero del cuadro chipriota. Aún así, no pilló la indirecta la zaga visitante y volvían a dejarle probar suerte desde la misma posición en la siguiente jugada, pero esta vez la base del palo evitó la exhibición del brasileño.

Sin necesidad de grandes esfuerzos, el cuadro blanco regresaba del descanso a media velocidad. Con un contundente 5-0 en el global de la eliminatoria, era tiempo de reservar fuerzas para la dura batalla que mantiene con el eterno rival por la Liga. Si en el minuto 11 de la primera parte ya contábamos cinco ocasiones blancas, un blando disparo de Granero colmaban la totalidad de intentos madridistas en

Ante la pasividad blanca, Manduca se marcaba un control espectacular y batiría por bajo a Casillas para hacer el de la honra. El tanto impulsaría a los chipriotas a por el intento de maquillar la eliminatoria y hasta haría ponerse el traje de faena a Casillas para ofrecer la exhibición de turno. Sin embargo, Cristiano se propondría bajar los humos a los visitantes y se apuntaba uno de esos goles que da la vuelta al mundo. De falta directa, para recordarnos a todos de lo que es capaz, ponía en la misma escuadra un espectacular zambombazo, a pesar de la posición escorada al lateral del área del disparo.

Cuatro minutos después, Callejón se apuntaba a la fiesta con el cuarto gol blanco de la noche y, penalti convertido por el Apoel de por medio, Di María ponía el broche de oro. Desde la frontal del área veía al portero adelantado y ofrecía un regalo para la vista con un balón picado que se colaba en la portería ante la mirada al cielo del guardameta chipriota.

Sin tiempo para más, el colegiado se llevaba el silbato a la boca para dejar en manos del Bayern y del Chelsea la posibilidad de ver la final de Champions más esperada, la que enfrentaría a los dos colosos de España.