El Nobel de Economía Prescott insta a ampliar el sector servicios canario
El premio Nobel de Economía Edward Prescott abogó este miércoles por la diversificación de la economía canaria y por atraer un turismo de calidad y de alto poder adquisitivo, lo que permitiría ampliar el sector servicios del Archipiélago.
Prescott se encuentra de visita Las Palmas de Gran Canaria, donde este jueves impartirá la conferencia Perspectiva económica para España y el resto de la UE con motivo de la II edición del Día del Emprendedor en Canarias.
El premio Nobel destacó el papel clave que desarrollan los empresarios en el desarrollo económico, para lo que necesitan un entorno favorable que les permita aprovechar las oportunidades y aplicar el talento.
Asimismo expresó su admiración por el gran número de empresas que se crean en Canarias, situación que, según dijo, puede generar un excedente social que revierta nuevamente en esas empresas y en la economía de las Islas.
Igualmente, Prescott aseguró que la forma en que evolucione el mercado inmobiliario y el precio de la vivienda no tendrán gran repercusión sobre el crecimiento económico de Europa y de Estados Unidos, ya que se trata de “un factor menor”.
“Yo no creo que el mercado inmobiliario vaya a tener un gran impacto sobre la economía”, dijo Prescott, quien recordó que el crecimiento económico fue muy variable tras las crisis bursátiles de los últimos años, por lo que el precio de la vivienda no tiene porqué incidir de forma destacada en lo que suceda.
Política fiscal
Prescott se refirió también a las políticas fiscales de los países europeos y abogó porque reduzcan su carga impositiva.
“Todos tendrán que cambiar y ponerse en línea con Estados Unidos”, según Prescott, para quien el principal problema al que se enfrenta la economía europea son los impuestos elevados.
La adopción de una política fiscal con bajos niveles impositivos ha permitido, por ejemplo, “un espectacular” crecimiento económico a Irlanda después de años por detrás del resto de los países, indicó Prescott.
A su juicio, Alemania aún tardará algún tiempo en bajar los impuestos, pues necesita un amplio consenso para ello, pero esa tendencia ya se observa en Francia o Italia.
“Europa ya no puede subir los impuestos, pues, si sube los tipos impositivos, decrecerán los ingresos por esos mismos impuestos”, manifestó.
Según aseguró, “el tiempo dedicado a actividades productivas debido a los impuestos vale el doble de lo que vale el tiempo dedicado a otras actividades”, lo que provoca una distorsión en la economía europea, insistió Prescott, quien pronosticó un aumento de la producción nacional bruta en los próximos años.
Respecto a la marcha de la economía en Estados Unidos indicó que, aunque algunos analistas estadounidenses prevén un enfriamiento de la economía y una posible recesión, “yo creo que hay tantas posibilidades de un auge económico como de un enfriamiento”.
Según aseguró, Europa y Estados Unidos experimentan un crecimiento progresivo de su economía, pero Europa se enfrenta a un problema de productividad relacionado con “cuánto trabaja cada persona en el mercado”, ya que cada empleado trabaja únicamente el 70% de lo que lo hacen los de otros países más avanzados.
En España, dijo, ha habido “una transformación radical en los últimos años” y actualmente los españoles trabajan “un 30% más de lo que trabajaban hace una década”, lo que le permite situarse al nivel de otros países europeos.
“España está siguiendo la senda de las reformas que deberán seguir otros países de la UE”, pues los sistemas económicos de algunos estados europeos son inadecuados, ya que permiten “tirar el 20% de la productividad de cada persona”, situación que aumenta aproximadamente a un ritmo de un 2% por año.
Según Prescott, es necesario suprimir “los incentivos para no trabajar” con que cuentan algunos países europeos, donde se “subvenciona a las personas para que no trabajen”.
Asimismo propuso una mayor competencia entre las empresas del sector servicios de diferentes países, pues “beneficia a todo el mundo”, y fomentar la iniciativa empresarial.
Prescott recibió el Premio Nobel de Economía en 2004, junto a Finn E. Kydland, por sus contribuciones a la Macroeconomía Dínámica: la consistencia en el tiempo de la política económica y las fuerzas impulsoras detrás del ciclo económico, investigación que ambos iniciaron cuando trabajaban en la Escuela de Graduados de Administración Industrial de Carnegie Mellon University.
De 1980 a 1998, Prescott fue profesor de Economía de la Universidad de Minnesota, y de 1998 a 1999 de la Universidad de Chicago. Actualmente trabaja en el Banco de la Reserva Federal de Minneapolis y es profesor de la Universidad del estado de Arizona, W.P. Carey School of Business, desde 2003.