Rajoy: ajuste del déficit y crecimiento son objetivos que “no se pueden disociar”
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido que la reducción del déficit al 3% en 2013 y la recuperación de la economía son dos objetivos que “no se pueden disociar”, y ha asegurado que los ejes de las políticas económicas para alcanzarlos son los plasmados en el Plan de Estabilidad 2012-2015 y en el Programa Nacional de Reformas enviados a Bruselas.
En respuesta a una pregunta del senador de Entesa Catalana de Progrés José Montilla en la sesión de control al Gobierno, Rajoy ha explicado que la reducción del déficit es precisa para dar una “sensación de seriedad” y por “sentido común”, porque no se puede gastar más de lo que se ingresa.
Según recordó, las administraciones públicas gastaron en 2011 unos 90.000 millones de euros más de lo que ingresaron, a lo que añadió que “eso hay que pedirlo”. “Si no te lo dan tenemos unos pequeños problemas y eso no es un ejercicio teórico”, apostilló.
En paralelo, Rajoy se ha mostrado “de acuerdo con las políticas de crecimiento” y ha argumentado que para ello se están implementando reformas como la del mercado laboral o la del sistema financiero, que el Gobierno prevé culminar en el Consejo de Ministros de este viernes, con un nuevo decreto.
Así pues, Rajoy reiteró que España “cumplirá el objetivo que se había fijado” de reducir el déficit público hasta el 3% en 2013, que, según recordó, ya había asumido el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que calificó de “muy razonable”.
Por su parte, Montilla aseguró que tanto el diagnóstico a futuro como las reformas previstas para reconducir la economía recogidos en los planes enviados a Bruselas, son “inadecuadas”, a lo que añadió que “los problemas que genera la austeridad no deben ser peores que los que tratan de resolver”.
“Es el caso de las políticas sociales, la retórica a veces de su Gobierno incrementa el miedo y el miedo hay que combatirlo”, añadió. Finalmente, Montilla espetó a Rajoy que “en la UE las cosas están cambiando” y que “el discurso del ordeno y mando de la canciller alemana, Angela Merkel, cada día tendrá menos adeptos”. “Espero que no sean los últimos mohicanos que defiendan esos objetivos en los que incluso dejará de creer”, apostilló.