Canarias abandona el 62% de sus tierras aptas para la agricultura

Mucho turismo en Canarias, y este año incluso más (habrá, según las previsiones, más de 18 millones de visitantes totales este 2025, que será nueva marca histórica en las islas), pero, eso sí, cada vez menos tierras cultivadas de las aptas o útiles que en su día estaban para el desarrollo de la agricultura en un territorio lejano, fragmentado y limitado, como repiten una y otra vez los políticos. En resumen, cada vez hay menos parcelas para la obtención de alimentos frescos y con ello se garantiza peor el autoabastecimiento en las islas, hoy por debajo del 10%. El 90% de lo que comen los canarios se trae de fuera.

Tal y como se recoge en el estudio sobre mapas de cultivos en Canarias, el elaborado por el Gobierno autonómico para el periodo 2020-2024, Canarias ha perdido o ya ha abandonado nada menos que el 62% de sus tierras aptas para el cultivo (76.000 hectáreas menos), lo que viene a significar que se han convertido en terrenos baldíos (o con otros usos) 6,2 hectáreas de cada 10 existentes en su día para el desarrollo de la agricultura local.

La cifra asusta y es, sin duda, una caída insostenible dentro de una apuesta seria por el desarrollo del medio rural en Canarias. Por ello, la organización profesional agraria COAG Canarias pone el grito en el cielo y este jueves, tras analizar los registros oficiales ya identificados aquí, ha solicitado, según se recoge en un comunicado, la definición de “medidas urgentes para paliar los efectos del abandono de tierras de cultivo en las islas y las consecuencias directas que tiene la pérdida de superficie de cultivo sobre la dependencia alimentaria del exterior”, a lo que hay que sumar el hecho de que las parcelas abandonadas son “focos de plagas”, como ha ocurrido con la filoxera en Tenerife, promueve la presencia de“ fauna silvestre” en el medio rural y aumenta la biomasa o combustible vinculado “a los incendios”, sobre todo los intraurbanos o en la interfaz, cada vez más habituales.

Más de 8.000 hectáreas sin uso agrícola en los últimos años

COAG Canarias concreta que de las 76.000 hectáreas hoy sin cultivar en las islas, una superficie antes en uso, más de 8.000 (8.101) son de abandono reciente, y asegura que es “especialmente sangrante el dato de Tenerife, con 3.256 hectáreas abandonadas o perdidas en los últimos años”. Gran Canaria se halla a cierta distancia, con 1.776 menos.

En esta misma línea, “y más allá de una valoración general de lo que supone esta pérdida de suelo agrícola desde el punto de vista económico, social, medioambiental y estratégico”, COAG Canarias desea poner el acento “en los efectos que la falta de mantenimiento y el descontrol que reina en muchas de esas fincas abandonadas tiene para los agricultores y agricultoras que siguen con la actividad productiva”. 

Algunas de esas consecuencias ya se han puesto de manifiesto, y con gran gravedad, por ejemplo, con la aparición y propagación de la plaga de la filoxera en la isla de Tenerife. La práctica totalidad de los focos aparecidos e identificados, hasta 50 en la cara nororiental de esa isla, se localizan en fincas abandonadas, cuya falta de mantenimiento dificulta el control y pone en riesgo las zonas en cultivo colindantes. Lo ocurrido con esta plaga en la viña no es una excepción, pues ocurre lo mismo con otras enfermedades en otros cultivos“, asegura la entidad agraria.

Abandonos que solo generan problemas en el medio rural

De la misma manera, añade la organización profesional agraria, el abandono de tierras en zonas de cultivo tradicional está generando “la aparición de aves, roedores u otros animales asilvestrados que causan fuertes destrozos en los cultivos de los agricultores en activo, especialmente en momentos previos a la cosecha y con incapacidad de contener ese daño, a pesar de la adopción de medidas protectoras”. “Lo mismo ocurre -prosigue COAG- con los incendios, en los que las áreas de cultivo abandonadas contribuyen a la aparición y propagación del fuego” por la presencia de más biomasa o combustible. 

Por todas esas razones, COAG Canarias solicita a las diferentes administraciones públicas competentes en este ámbito, de manera especial a los cabildos y ayuntamientos, “la adopción de medidas, tanto de apoyo como punitivas, (…) para garantizar que las fincas que actualmente se encuentran en abandono cumplan unos niveles básicos de mantenimiento y conservación. Para ello es fundamental que los municipios tengan localizadas las fincas abandonadas”, recuerda.

“El sector agrario local y el conjunto de la sociedad se juegan mucho en este envite, y las administraciones locales no pueden ponerse de perfil”, subraya la misma organización profesional agraria. Por lo tanto, COAG Canarias propone “la adopción de medidas compensatorias para aquellas personas productoras que se están viendo afectadas de manera específica por los efectos indirectos de esos abandonos, principalmente debido a las plagas y los daños causados por fauna silvestre”.

Con ese objetivo, la entidad agraria se dirigirá estos días a los cabildos y ayuntamientos para mantener reuniones dirigidas a buscar soluciones a los problemas detectados.