El plátano canario se asoma al abismo: batacazo de precios en el inicio veraniego

Se acabó la fiesta de precios para el plátano de Canarias en la Península, con una escalada continua desde finales de enero de este año y ahora ya asomado al abismo. El mismo mes que le concedió uno de los mejores precios de transacción en verde y al por mayor en el resto de España, el percibido por el agricultor isleño antes de cubrir costes de producción agrícola, en 1,65 euros por kilo (para las calidades superiores) en la semana 24, del 9 al 15 de junio, también se ha convertido, una semana después, en la 25, en el momento de definición del punto de inflexión, la caída seguro sin freno, tras cinco meses seguidos de subidas continuas o mantenimiento en niveles de transacción al por mayor y en los mercados minoristas pocas veces antes vistos.

En la semana 25 (del 16 al 22 de junio), la más reciente con precios oficiales servidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en su informe de coyuntura semanal para las frutas y las hortalizas, ya se ha producido el revés en las cotizaciones en primera transacción, al por mayor y en verde (el precio promedio pagado por el madurador en la Península), aunque leve, por ahora, pero también es verdad que, según apuntan algunas cooperativas, del 1,64 de la semana 25 ya se ha pasado, lo que es un auténtico batacazo, a un promedio de un euro por kilo, el que más habitual en esta última semana de junio.

Ese euro es el precio promedio en verde y para la Península, como se ha indicado, de la última semana completa este junio, y ahora se espera obtener peores valores para las reseñadas transacciones, lo que equivale al ingreso medio percibido por los productores canarios de plátanos para sus mejores calidades: la primera y la extra.

El nivel de un euro supone obtener un rendimiento medio por kilo en torno a 30 o 25 céntimos, más la ayuda directa por kilo que paga la UE, con una aportación máxima de 0,33 euros por kilo para un total de 420 millones de kilos al año, lo que significa disponer de una ficha financiera dentro del programa Posei de 141,1 millones de euros.

Cierre de un ciclo con precios por las nubes

Todo apunta a que se ha cerrado el ciclo de precios excelentes iniciado a finales de enero de 2025, con un aumento prácticamente continuo semana tras semana y luego con el mantenimiento de los precios al por mayor y en verde en torno a 1,50 euros por kilo. Esta coyuntura al alza se explica por múltiples factores, uno de ellos la escasa oferta de plátano canario, con envíos semanales a la Península incluso por debajo de cinco millones de kilos, cuando lo normal es estar entre siete y ocho millones a la semana.

A esa razón se ha unido a lo largo del año las malas condiciones de comercialización en España del principal competidor del plátano isleño, esto es, la banana del área dólar.

Así, junio se convertirá en el mes que dio el precio mayorista en verde más elevado al plátano en los meses consumidos de 2025 y también el que ha fijado el cambio de tendencia, casi seguro ya hacia el tradicional abismo del verano, que ahora se espera que no se prolongue hasta bien entrado el año 2026, como ha ocurrido en otras ocasiones.

Se inicia pues una etapa de vacas flacas. Toca poner cara de tristeza, al menos para los agricultores, y dejar a un lado la de alegría durante tantos meses. Lo contrario pasará con la parte final de la cadena: el consumidor minorista, que ya ha visto esta semana cómo los precios se han reducido, tanto en la Península como en Canarias.

Un ejemplo de la nueva situación en las tiendas de las islas, por ejemplo, en la cadena Mercadona, se apuntó en la tarde de este sábado, cuando esos supermercados avanzaron en parte la debacle, con una reducción del precio del plátano a la mitad, que pasó de 3,40 euros por kilo a 1,70 (fuera de las islas ha alcanzado hasta los siete euros). Además, en la Península hay promociones de plátano y banana con precios finales hundidos y con fruta importada de Centroamérica a 0,90 euros por kilo.

Hay que recordar que en los meses de verano, cada vez más calurosos, el consumo de plátano cae por la reducción brutal de la demanda (tampoco hay comedores de colegios y otros centros educativos o similares) y por la preferencia por la fruta de temporada, más fresca y de habitual y común consumo en España en el estío.

Tras el toque que da ese cambio de tendencia localizado a finales de junio, lo esperable para los precios recibidos por el cosechero canario de plátano, su ingreso antes de descontar los costes agrícolas de producción (entre 0,65-0,80 euros por kilo), es lo de siempre: con más fruta en el mercado y menos consumo, más la competencia bien viva, toca caída de las liquidaciones, incluso la posible venta con pérdidas en la Península, por debajo en términos medios de la cota de 0,65 euros por kilo, lo que puede implicar vender fruta en verde, en algunos casos y categorías, sin rendimiento alguno, incluso llegando a sumar la ayuda de la UE, los 0,33 euros por kilo. Es algo que muchas veces ha ocurrido en verano en Canarias.

El resumen de la coyuntura actual ya lo ha realizado la comercializadora de plátano de Canarias Bonaoro, que dice en su página web: “Tal y como venimos anunciando, el mercado del plátano se ha hundido debido a la aparición de la fruta de temporada”. Dicho queda: ¡bienvenidos a la temporada de vacas flacas!